1. Reforzar y mejorar el macrocontrol a objeto de mantener estable y relativamente rápido el desarrollo económico
Al persistir en el principio de control flexible y prudente, hemos de aumentar la capacidad de respuesta del macrocontrol frente a los cambios y mejorar su efecto real, con miras a revertir cuanto antes la tendencia de reducción del crecimiento económico y mantener estable y relativamente rápido el desarrollo de la economía.
Hay que aplicar una política fiscal activa. Primero, se incrementan en gran margen los gastos gubernamentales, lo que constituye la medida de mayor iniciativa, más directa y más eficaz para ampliar la demanda interna. Este año será muy aguda la contradicción entre los ingresos y los gastos fiscales. Por un lado, la ralentización del crecimiento económico y la reducción de la carga tributaria de las empresas y de la población desacelerarán inevitablemente el incremento de los ingresos fiscales y, por el otro, el estímulo al crecimiento económico, la mejora de la vida del pueblo y la profundización de la reforma requerirán de un considerable aumento de inversiones y gastos gubernamentales. A fin de suplir la brecha originada por la disminución de ingresos y aumento de gastos fiscales, se proyecta un déficit de 750.000 millones de yuanes de la hacienda central, 570.000 millones más que el año pasado, mientras el Consejo de Estado aprobará la emisión por las autoridades locales de 200.000 millones de yuanes en bonos, emisión de la que se hace encargo al Ministerio de Hacienda, que se van a incluir en la administración presupuestaria de nivel provincial. El déficit fiscal de todo el país sumará 950.000 millones de yuanes, con un peso específico en el PIB dentro del 3%, porcentaje que es soportable para nuestra fortaleza nacional integral y también promete seguridad en términos generales, porque, si bien el déficit aumenta de manera considerable en el presente ejercicio, su reducción progresiva en los años anteriores hace que el margen para emitir bonos sea bastante amplio, con un saldo acumulado de la deuda pública que representa aproximadamente el 20% del PIB. Segundo, se hace una reducción tributaria estructural y se impulsa la reforma tributaria y tarifaria. Hemos de adoptar medidas múltiples, como reducción, desgravación o exención de impuestos, que alivien el gravamen sobre las empresas y la población para promover que aquéllas inviertan y ésta consuma y fortalecer así el vigor microeconómico. Según cálculos preliminares, este año ha de ser posible aligerar la carga tributaria de ambas por valor de unos 500.000 millones de yuanes, al realizar integralmente la sustitución del impuesto al valor agregado de tipo productivo por otro de consumo, llevar a efecto políticas ya dadas a luz, como las de trato tributario preferencial a las empresas pequeñas y medianas, los bienes inmuebles y las transacciones bursátiles y la de desgravación a la exportación, además de suprimir o dejar de recaudar 100 tarifas administrativas. Y tercero, se optimiza la composición de los gastos fiscales. Vamos a aumentar de continuo la inversión en los ámbitos prioritarios, controlar rigurosamente los gastos ordinarios y esforzarnos por rebajar los costos administrativos.
Hay que aplicar una política monetaria apropiadamente laxa. La política monetaria debe jugar un papel más activo en el impulso al crecimiento económico. Primero, se mejora el control financiero. Es necesario asegurar que el volumen total del suministro crediticio monetario esté a la altura de satisfacer la demanda del desarrollo económico, con un incremento aproximado del 17% en la provisión del dinero en sentido amplio y un nuevo aumento de más de 5 billones de yuanes en la concesión de créditos. Segundo, se ha de optimizar la estructura crediticia. Hay que reforzar el seguimiento y la orientación de la concesión de créditos y redoblar el apoyo financiero a la agricultura, el campo y el campesinado, así como a las empresas pequeñas y medianas, entre otros eslabones débiles, con vistas a solucionar de forma efectiva las dificultades de financiación de algunas empresas. Se debe controlar rigurosamente la concesión de préstamos a las empresas de las ramas con alto consumo energético, elevada emisión de contaminantes o exceso de capacidad productiva. Tercero, es preciso racionalizar en mayor medida el mecanismo de transmisión de la política monetaria, a fin de asegurar la fluidez de los canales de fondos. Hay que poner en pleno juego las ventajas y características de toda clase de instituciones financieras, e innovar y mejorar los servicios financieros, para satisfacer la demanda racional de fondos y conformar así una fuerza convergente de las finanzas que sea capaz de impulsar el desarrollo económico. Cuarto, se refuerza y mejora la supervisión y el control sobre el sector financiero. Las empresas financieras de diversas modalidades deben reforzar su control de riesgos y aumentar su capacidad de resistirlos. Se van a tratar en las finanzas de manera apropiada la relación de su innovación y apertura con su supervisión y control. Se va a acentuar el seguimiento y la administración del flujo transfronterizo de capitales, a objeto de salvaguardar la estabilidad y seguridad financiera.
Es menester potenciar la uniformidad y concertación de las políticas sectorial, comercial, de terrenos, de inversión y de empleo con la fiscal y la monetaria, para conformar una fuerza convergente de control.