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Relaciones Exteriores

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Incidente por colisi��n de aviones de China y EE.UU.

En la mañana del 1 de abril de 2001, un avi��n  norteamericano de reconocimiento EP-3 sobrevol�� las cercan��as del sudeste de la isla china de Hainan. La unidad de la marina local china envi�� dos cazas para seguir y vigilar a la aeronave estadounidense. A las 9:07, cuando los aviones chinos efectuaban un vuelo normal en un ��rea a 104 kil��metros de las aguas territoriales chinas, el avi��n norteamericano gir�� en  ��ngulo ancho hacia uno de los cazas chinos. La nariz del avi��n norteamericano y su ala izquierda golpearon la cola de ese caza chino, haci��ndole perder el control y caer al mar. El piloto chino, Wang Wei, desapareci��, sin que se hayan tenido noticias de su paradero hasta la fecha. Despu��s del choque, el avi��n norteamericano penetr�� en el espacio chino sin autorizaci��n y aterriz�� en el aeropuerto de Lingshui en Hainan, a las 9:33.

Tras el incidente, la parte china adopt�� una actitud sensata y sumamente moderada. Mientras emprend��a de inmediato la b��squeda y rescate del piloto Wang Wei, aloj�� adecuadamente a los 24 integrantes de la tripulaci��n del avi��n norteamericano. Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos, en vez de dar disculpas por las consecuencias de la colisi��n provocada por su avi��n, invent�� argumentos para excusar la acci��n del avi��n culpable y evadir su responsabilidad. Incluso present�� varias peticiones y acusaciones irrazonables a la parte china con tono de amenaza y actitud impositiva. Despu��s que el Gobierno estadounidense entreg�� la carta de disculpa a China bajo la insistencia del Gobierno chino, ��ste permiti�� la salida de China de los 24 miembros de la tripulaci��n norteamericana, por consideraciones humanistas. Despu��s, Estados Unidos sigui�� confundiendo lo correcto con lo err��neo, defendi��ndose con argumentos poco convincentes e incluso echando la culpa a la parte china, anunciando que los actos de reconocimiento de su avi��n en el espacio a��reo chino serv��an para "garantizar nuestros intereses de seguridad" y "salvaguardar la paz mundial". Se trata de una acci��n de abierto hegemonismo.

China no ha amenazado a Estados Unidos, ni tampoco a sus aliados. Por el contrario, el comportamiento de la parte norteamericana ha constituido una seria amenaza a la seguridad de China. Los hechos irrefutables han demostrado que en este incidente, el avi��n norteamericano involucrado no es una aeronave normal, sino un avi��n militar equipado con avanzada tecnolog��a electr��nica de reconocimiento. Lo que estaba realizando en el espacio a��reo de las zonas econ��micas exclusivas de China no es un vuelo normal, sino una acci��n de espionaje orientada hacia China. En el per��odo de paz, tales actividades militares de Estados Unidos han violado los principios fundamentales del derecho internacional en lo referente al respeto mutuo de la soberan��a nacional y la integridad territorial entre los Estados. Las mismas evidencian una hostilidad manifiesta contra China, constituyen una amenaza a la seguridad nacional y el orden pac��fico de nuestro pa��s, y son graves infracciones de la soberan��a y el espacio a��reo de China, que han generado una atm��sfera de tensi��n lesiva para la seguridad regional.

Este tipo de infracciones no han empezado hoy. Desde hace muchos años, los aviones norteamericanos no han dejado de realizar tales actividades provocadoras en el espacio a��reo cercano al ��rea costera de China. Estados Unidos tiene que parar este tipo de vuelos, y s��lo as�� se podr�� evitar la repetici��n de tales incidentes y desarrollar las relaciones chino-estadounidenses, y mantener la seguridad y la estabilidad de la regi��n de Asia y el Pac��fico, e incluso de todo el mundo.

Despu��s del incidente de colisi��n, el Gobierno chino se preocup�� mucho por el piloto desaparecido Wang Wei, y, por consideraciones humanitarias, atendi�� debidamente las necesidades de la tripulaci��n del avi��n causante del choque, que hab��a penetrado en el espacio territorial de China y hab��a aterrizado en el aeropuerto chino sin el consentimiento de China, Se autoriz�� de inmediato una entrevista de los tripulantes con funcionarios de la embajada norteamericana en China. Sin embargo, el Gobierno estadounidense se limit�� a expresar su "pesar" por no haber encontrado al piloto chino hasta el momento, mientras se preocupaba sobremanera por sus tripulantes, publicando de inmediato en Internet los nombres de todos los integrantes y pidiendo una y otra vez que la parte china les dejara salir. Ello ha demostrado que el Gobierno estadounidense siempre ha aplicado un doble rasero en el campo de los derechos humanos, lo que de hecho le sirve de cobertura para la implementaci��n de su pol��tica de fuerza y  hegemonismo.

China siempre ha abogado por el respeto a su independencia, soberan��a, integridad territorial y dignidad nacional, contra las cuales no admite violaciones. Las relaciones de Estado a Estado, incluyendo las relaciones chino-estadounidenses, deben ser establecidas sobre la base de los criterios fundamentales de las relaciones internacionales, en el sentido del respeto mutuo a la soberan��a y la integridad territorial, la no agresi��n mutua y la no intervenci��n en los asuntos internos de otros. China presta mucha atenci��n a las relaciones bilaterales chino-estadounidenses. El desarrollo de las relaciones de amistad y cooperaci��n entre los dos pa��ses no s��lo beneficia a ambos sino tambi��n al mundo. Siempre y cuando la parte norteamericana observe estrictamente los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses y los criterios fundamentales de las relaciones internacionales, deje de asumir actitudes que vayan en perjuicio del desarrollo de las relaciones de los dos pa��ses y tome una actitud constructiva, las relaciones chino-estadounidenses se podr��n desarrollar de manera estable y fluida.

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Se profundiza la asociaci��n estrat��gica de coordinaci��n entre China y Rusia.

En 2000, las relaciones de asociaci��n estrat��gica de coordinaci��n entre China y Rusia se han profundizado de manera ininterrumpida, y la coordinaci��n entre ambos en los asuntos internacionales se ha intensificado a��n m��s. El Presidente Jiang Zemin y su hom��logo ruso, Vladimir Putin, sostuvieron en varias ocasiones conversaciones para intercambiar opiniones sobre algunos problemas trascendentes y llegaron a un consenso com��n.

El Presidente ruso realiz�� una visita de Estado a China del 17 al 19 de junio. Durante la visita, los dos Jefes de Estado firmaron la "Declaraci��n de Beijing entre la Rep��blica Popular China y la Federaci��n de Rusia" y la "Declaraci��n conjunta sobre el tema de los antimisiles, entre el Presidente de la Rep��blica Popular China y el Presidente de la Federaci��n de Rusia", y otros documentos importantes, redactando as�� el proyecto general de desarrollo de las relaciones chino-rusas en el nuevo siglo.

El Presidente del Comit�� Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, Li Peng, emprendi�� una visita exitosa a Rusia, del 11 al 19 de septiembre. Del 3 al 4 de noviembre, el Primer Ministro Kasianov visit�� oficialmente a China y sostuvo la quinta reuni��n regular con su hom��logo chino, Zhu Rongji. Durante la visita, el Presidente chino Jiang Zemin y el Presidente del Comit�� Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), Li Peng, se entrevistaron por separado con Kasianov y el Primer Ministro chino Zhu Rongji efectu�� negociaciones de varios niveles con su hom��logo. Ambas partes intercambiaron opiniones de manera profunda y plena sobre las relaciones bilaterales y en especial sobre el desarrollo de la cooperaci��n en los campos de la econom��a, la ciencia y tecnolog��a, y de los recursos energ��ticos. Tambi��n firmaron el "Comunicado conjunto de la quinta reuni��n regular entre los Primeros Ministros de China y Rusia", las "Actas de la IV reuni��n del comit�� de la reuni��n regular entre los Primeros Ministros de China y Rusia" y otros 12 documentos de cooperaci��n bilateral.

El 15 de noviembre, durante su asistencia a la VII cumbre informal de la Cooperaci��n Econ��mica de Asia y el Pac��fico (APEC) en Brunei, el Presidente Jiang Zemin sostuvo una reuni��n a solas con su hom��logo ruso, Vladimir Putin. Ambas partes intercambiaron opiniones sobre las relaciones bilaterales y la cooperaci��n econ��mica y comercial entre los dos pa��ses. Esto, junto con la quinta reuni��n regular sostenida entre el Premier Zhu Rongji y su colega ruso Kasianov en Beijing, ha tenido una influencia decisiva sobre el enriquecimiento y el desarrollo de la asociaci��n estrat��gica de coordinaci��n chino-rusa.

En 2001, China y Rusia han mantenido visitas rec��procas de alto nivel y los contactos ser��n bastante activos. El Presidente Putin vendr�� dos veces a China para asistir a importantes conferencias internacionales. El Presidente Jiang Zemin planea realizar una visita de Estado a Rusia en julio. Antes de esto, el ministro de Relaciones Exteriores Tang Jiaxuan ir�� a Mosc�� para hacer los preparativos pol��ticos de la visita de Jiang. Se incluyen en los preparativos la firma inicial del Tratado de Cooperaci��n de Amistad y Buena Vecindad entre China y Rusia. Durante la visita de Jiang, los Jefes de Estado de los dos pa��ses firmar��n oficialmente dicho tratado.

China y Rusia mantienen positivos intercambios y cooperaci��n en los campos econ��mico, cient��fico y tecnol��gico y militar. Sus relaciones son de nuevo tipo y a la vez normales, de Estado a Estado, caracterizadas por el no-alineamiento, la no-confrontaci��n y el hecho de no dirigirse contra terceros pa��ses. Desde estos presupuestos se procura la amistad, la buena vecindad y la cooperaci��n a largo plazo. Ambos pa��ses tienen fuertes deseos de ser buenos vecinos, socios y amigos. El tratado que van a firmar encarna ese esp��ritu.

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Las relaciones China-Jap��n han mantenido la tendencia al desarrollo.

En mayo de 2000, lleg�� a China la Delegaci��n de Visita Amistosa y Cultural Jap��n-China, integrada por m��s de cinco mil personas. El Presidente Jiang Zemin asisti�� personalmente a la reuni��n y pronunci�� un discurso muy importante sobre la consolidaci��n y el desarrollo de la amistad chino-japonesa, lo cual ha causado reacciones positivas entre las masas populares de los dos pa��ses. En octubre, el Primer Ministro Zhu Rongji visit�� oficialmente a Jap��n, y realiz�� amplios y profundos trabajos con el Gobierno y los diversos sectores de Jap��n, con el fin de incrementar la confianza, disolver las dudas y ampliar la cooperaci��n. Bas��ndose en el principio de "aprender de las lecciones hist��ricas y mirar hacia el futuro", Zhu logr�� alcanzar consenso tanto con los que est��n en el gobierno como con la oposici��n de Jap��n, en el sentido de profundizar la relaci��n de socios y cooperaci��n amistosa dedicada a la paz y el desarrollo. En su visita, el Primer Ministro increment�� el entendimiento mutuo, consolid�� la base pol��tica de las relaciones bilaterales y promovi�� el desarrollo de la cooperaci��n amistosa en los diversos sectores de los dos pa��ses.

Debe reconocerse, sin embargo, que al mismo tiempo subsiste a��n en Jap��n cierta atm��sfera de militarismo. De vez en cuando, un puñado de fuerzas derechistas agitan sus viejas ambiciones hist��ricas y tratan de rectificar las relaciones entre Jap��n y Taiwan, en detrimento de la amistad chino-japonesa. China ha expresado su gran preocupaci��n sobre las tendencias que se expresan en un libro de texto que tiene el cometido de maquillar la historia y negar los hechos de agresi��n de Jap��n a otros pa��ses de Asia. China ha manifestado por canales diplom��ticos y en varias ocasiones a la parte japonesa la firme posici��n de China respecto al tema. La parte china considera que un correcto conocimiento del problema hist��rico constituye la base pol��tica de las relaciones bilaterales. De lo que se trata en este caso es de si Jap��n puede o no admitir y tratar correctamente su pasado de agresi��n y ganar la confianza de los pa��ses vecinos asi��ticos con acciones reales, y si quiere o no seguir en el camino de desarrollo pac��fico. Los departamentos gubernamentales de Jap��n tienen la ��ltima palabra para revisar el contenido del libro de texto y aprobar su publicaci��n. Por lo tanto, el Gobierno japon��s debe asumir su debida responsabilidad y obligaciones para demostrar con acciones que la actitud exteriorizada varias veces por Jap��n respecto al problema hist��rico es fiable. Debe tratar de manera apropiada el problema del libro de texto. S��lo as�� se podr�� salvaguardar el fundamento pol��tico de las relaciones entre los dos pa��ses.

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