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spanish.china.org.cn | 15. 04. 2015 | Editor: Claudia Leng | [A A A] |
–La camarilla del Dalai XIV suscita el odio étnico, prepara y forma a continuadores de la “causa de la indepen- dencia del Tíbet” preconizadores de la violencia
Desde hace tiempo, la camarilla del Dalai XIV, para hacer realidad la “independencia del Tíbet”, no ha cesado en fabricar distanciamiento y contradicciones entre la etnia tibetana y las demás etnias chinas, sembrar discordias en las relaciones interétnicas, instigando odio étnico. Desde 1959 al fracasar en la rebelión por él desatada, el Dalai XIV ha declarado ininte-rrumpidamente en sus discursos: “los han rojos” son “serpientes entre los brazos y cosas que causan fastidio”; “los han semejan personas anormales en nervio”; “los han ven a los tibetanos como bestias, realizan contra ellos torturas crueles”; “desde la llegada de los han, el sufrimiento del Tíbet aumenta, por eso el origen de aumento de sufrimientos radica en los han”, “los han son crueles, despiadados, feroces, eliminan de mil y una medidas a la etnia tibetana”, “el Partido Comunista de China ha matado a más de un millón de tibetanos”. En los últimos años, la camarilla del Dalai XIV usa, además, los incidentes de inmolación para intensificar la educación en el odio, exhibe en las escuelas patrocinadas fotos de inmolaciones, obliga a los niños a expresar respeto a los inmoladores, atacar las políticas del Gobierno Central dirigidas a administrar el Tíbet, reforzar el distanciamiento y la psicología de odio.
El “Congreso de la Juventud Tibetana” fundado en 1970 es una organización radicalista de la “independencia del Tíbet” obediente, dócil y directa con el Dalai XIV, cuyo objetivo es preparar y formar “continuadores” de la “causa de la inde-pendencia del Tíbet”. Los Estatutos del “Congreso” estipulan: “Observar la correcta dirección y orientación del dueño Dalai Lama”, “dedicarse a la causa justa de la libertad y la indepen-dencia del Tíbet”, “no escatimar el precio de la vida”. Desde el día de su fundación dicho “congreso” no cesa en fabricar actividades de violencia y terror. Los presidentes del “congreso” de múltiples ediciones han declarado: “la lucha armada y el uso de la fuerza constituyen una vía inevitable para obtener la independencia completa del Tíbet”, “las actividades de terror pueden obtener los mayores efectos con el menor costo”, “las actividades de terror pueden lograr amplia influencia y atraer la atención de la comunidad internacional sobre el problema del Tíbet”. El 3 de julio de 2003, el entonces presidente del “congreso”, Kelsang Phuntsog dijo: “Con tal de servir a nuestra causa, no escatimaremos los medios posibles, sea de violencia, sea de no violencia”. Durante muchos años, dicho “congreso” no solo ha instigado y planeado la participación de los civiles comunes que no saben la verdad en los incidentes de violencia, sino que capacita sus fuerzas armadas y fuerzas de reserva. En Dharmsala, India, han fundado una base de adiestramiento armado, organizado la “Asociación de Combatientes en Pro de la Libertad del Tíbet”, para realizar actividades de zapa armadas, han enviado a personas para contactar con organizaciones terroristas internacionales en busca de apoyo mutuo. Muchos incidentes sucedidos en el Tíbet y otros lugares tienen que ver directamente con este “congreso”.
Partiendo de su objetivo político de formar y preparar continuadores de la “independencia del Tíbet”, la camarilla del Dalai XIV produce incidentes de “huérfanos de etnia tibetana”, que originan la separación entre los familiares, una tragedia humana. De acuerdo con un reportaje del Neue Zürcher Zeitung, en la década de 1960, el Dalai XIV se coludía con comerciantes suizos, secuestrando a 200 niños de etnia tibetana, llamándolos engañosamente “huérfanos” asignando a familias suizas para cuidarlos. Semejantes actos del Dalai XIV son contrarios a la ética y moral humanas, anulan los derechos de los niños y no son permitidos por la justicia y la bondad humanas.
La camarilla del Dalai XIV, para mantener la autoridad, excluye a los ajenos, adopta el asesinato, la intoxicación y otros medios para con los que tienen opiniones distintas en lo político y en lo religioso, ejecuta la persecución política y religiosa. En las postrimerías de la década de 1990, el buda viviente Kundeling fue gravemente herido por unos asesinos en su casa, Trisong y Sumpa, dos budas vivientes jóvenes fueron objeto de la “amenaza de muerte”. Estos incidentes tenían relaciones directas con la camarilla del Dalai XIV.