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spanish.china.org.cn | 15. 04. 2015 | Editor: Claudia Leng | [A A A] |
V. Política del Gobierno Central
para con el Dalai XIV
Hace más de 60 años, el Gobierno Central, partiendo de la situación conjunta general de la defensa de la unificación de la patria y la unidad étnica, se ganó activamente la cooperación del Dalai XIV, materializando la liberación pacífica del Tíbet. Después de que el Dalai XIV traicionara a la patria y escapara al extranjero en 1959 el Gobierno Central siempre ha cumplido con las exigencias de la caridad y la justicia y ha concedido la salida al Dalai XIV. Sin embargo, el Dalai XIV, durante estos más de 60 años, ha decidido una y otra vez ir al contrario del anhelo del Gobierno Central y el pueblo tibetano.
–La legitimidad del Dalai Lama se origina del Gobierno Central. En el curso de la liberación pacífica del Tíbet, el Dalai XIV hizo algunas cosas favorables, pero terminó yendo contra su propia opción correcta
El Dalai Lama, este título del Gran Buda Viviente de la secta Gelug del budismo tibetano, su posición histórica e influencia tienen que ver estrechamente e inseparablemente con el otorgamiento de la denominación por el Gobierno Central. En 1653, el Dalai V, respondiendo a la convocación, llegó a la capital para peregrinar al emperador Shunzhi de la dinastía Qing y fue nombrado mediante documentos y recibió el Libro de Oro y Sello de Oro. Desde entonces, el título del Dalai Lama y su posición política y religiosa en el Tíbet fueron definidos por el Gobierno Central. En 1793, la corte de la dinastía Qing promulgó los 29 Artículos de los Estatutos de Administración del Tíbet Establecidos por el Emperador, definiendo el sistema de extracción de fichas en urna de oro sobre la reencarnación del Dalai Lama. El 5 de febrero de 1940, el Gobierno Nacional promulgó el decreto Fu Zi Nº 898, en el cual ratificaba que Lhamo Thondup, un niño de cinco años de Qijiachuan, distrito de Huangzhong, provincia de Qinghai, era la reencarnación del Dalai Lama XIII, y basándose en la petición del gobierno local del Tíbet de eximir la extracción de ficha en urna de oro, aprobó que Lhamo Thondup heredara la posición como Dalai Lama XIV y transfirió 400.000 yuanes como fondo necesario para el gran acto de entronamiento del Dalai Lama XIV. El 22 de febrero, siguiendo el sistema definido en la historia, el representante Wu Zhongxin del Gobierno Central y el buda viviente Reting presidieron juntos el acto de entronización del Dalai XIV. La conversión de Lhamo Thondup en el Dalai XIV tiene su legalidad proveniente de la ratificación y confirmación por las provisiones del Gobierno Central acerca del sistema del Dalai Lama y la ratificación y confirmación hecha por el Gobierno Nacional.
En 1949, después de la proclamación de la República Popular China, a fin de procurar la liberación pacífica del Tíbet, el Gobierno Central organizó el desarrollo de una gran cantidad de trabajos políticos. En noviembre de 1950, se vio obligado a abandonar su cargo el regente Taktra Ngwang Songrab quien abogaba por ser proimperialista y secesionista y el Dalai XIV asumió con anticipación el gobierno. Los dirigentes de la Nueva China expresaron sus congratulaciones al Dalai XIV. Inspirado por la política de igualdad entre etnias y la orientación sobre la liberación pacífica del Tíbet llevadas a cabo por el Gobierno Central, el Dalai XIV y el gobierno local del Tíbet enviaron una delegación con Ngabo Ngawang Jigme como primer representante a Beijing para realizar negociaciones. Tras la liberación del Tíbet por vía pacífica, el representante acreditado en el Tíbet por el Gobierno Central, llevándose consigo una carta de puño y letra del dirigente Mao Zedong de la Nueva China viajó hasta Yadong, una pequeña ciudad en la frontera entre China e India y aconsejó al Dalai XIV que regresara a Lhasa. El dirigente de la Nueva China señaló en la carta: “Este Acuerdo concuerda con los intereses de la etnia y pueblo del Tíbet, al mismo tiempo, también concuerda con los intereses del pueblo de todas las etnias de China. Desde ahora el gobierno local del Tíbet y el pueblo tibetano, en la gran familia de la gran patria, bajo la dirección unificada del Gobierno Popular Central, pueden librarse para siempre de los yugos del imperialismo y la opresión de naciones ajenas, ponerse en pie y esforzarse por la causa propia del pueblo tibetano. Deseo que el gobierno local del Tíbet que diriges practique concienzudamente el Acuerdo sobre los Medios de Liberación Pacífica del Tíbet, haga los esfuerzos que estén a su alcance para ayudar al Ejército Popular de Liberación a marchar de forma pacífica hacia la región del Tíbet”. El 21 de julio, el Dalai XIV inició su regreso a Lhasa. El 24 de octubre, el Dalai XIV, en representación del gobierno local del Tíbet declaró abiertamente que aceptaba el Acuerdo de los 17 Artículos.
–Después de la liberación pacífica del Tíbet, el Gobierno Central respetaba el lugar inherente del Dalai XIV, otorgán-dole un poder sublime y procurando activamente para que hiciera contribuciones a la construcción de la Nueva China, pero el Dalai XIV daba una cara y actuaba de otra
El Acuerdo de los 17 Artículos establecía: “El lugar y las atribuciones inherentes del Dalai Lama no los cambiará la dirección central”. Después de la liberación pacífica del Tíbet, el Gobierno Central concedió al Dalai XIV un alto trato político. En 1953, el Dalai XIV fue elegido presidente honorario de la Asociación Nacional del Budismo. En 1954, el Dalai XIV participó en la Primera Sesión de la Primera Asamblea Popular Nacional de la República Popular China, en la discusión de los asuntos importantes del Estado, apoyó y estuvo de acuerdo con el proyecto de la primera Constitución. En la Sesión el Dalai XIV hizo uso de la palabra afirmando a plenitud los éxitos logrados en los tres años al aplicar el Acuerdo de los 17 Artículos, y expresando ardiente apoyo al principio y provisiones sobre la autonomía zonal étnica. Dijo además: “Los enemigos crean rumores de que el Partido Comunista y el Gobierno Popular arruinan religiones. Ahora semejantes rumores ya no tienen crédito, el pueblo tibetano se ha percatado en carne propia que cuenta con libertad en la creencia religiosa.” En esta Sesión el Dalai XIV fue elegido vicepresidente del Comité Permanente de la Primera Asamblea Popular Nacional. Este fue el cargo más alto que un dirigente local del Tíbet ha ocupado en la dirección central. Durante su estadía en Beijing, los dirigentes de la Nueva China recibieron en múltiples ocasiones al Dalai XIV charlando con él con el corazón en la mano. El Dalai XIV escribió Loas al Presidente Mao, alabando los grandiosos méritos del dirigente Mao Zedong de la Nueva China. En 1956, se fundó el Comité Preparatorio de la Región Autónoma del Tíbet, el Dalai XIV ocupó el cargo de presidente del Comité Preparatorio. En el discurso pronunciado en la reunión de fundación del Comité Preparatorio el Dalai XIV manifestó que el Acuerdo de los 17 Artículos permitió al pueblo “gozar a plenitud de todos los derechos de igualdad entre etnias, comenzar a emprender un camino resplandeciente lleno de libertad y felicidad”, “la fundación del Comité Preparatorio de la Región Autónoma no solo está adaptada a los tiempos sino que es necesaria”. Mostró en un tiempo una postura activa ante los problemas de la ejecución del Acuerdo de los 17 Artículos, la entrada del Ejército Popular de Liberación en el Tíbet, el retorno del Panchen al Tíbet, la fundación del Comité Preparatorio de la Región Autónoma, etc.
No obstante, engatusado y apoyado por los secesionistas y las fuerzas imperialistas, el Dalai XIV, sin hacer caso de los mandamientos y ética como fiel budista, defraudó la esperanza del Gobierno Central, acatando en público y oponiéndose en privado, se dedicaba en secreto a actividades para la secesión del Estado. En 1959, para rechazar la reforma democrática dirigida a eliminar la servidumbre, la camarilla del Dalai XIV destruyó el Acuerdo de los 17 Artículos, desencadenó una rebelión armada integral. Respecto a la doble cara adoptada por el Dalai XIV, el Gobierno Central tenía ya una visión clara. El dirigente Mao Zedong de la Nueva China indicó: “El complot de rebelión que iba a desatar el Dalai empezó ya en 1955 cuando regresaba de Beijing. A comienzos de 1957 retornó de la India y hasta 1958 hizo disposiciones durante dos años”. El Dalai XIV habló sin tapujos sobre su actuar acatando en público y oponiéndose en privado. En 1965 dijo que en el período de nueve años que van de 1951 a 1959, “por un lado, verbalmente, decíamos que nosotros estamos contentos de poder retornar a la gran familia de la patria, contentos de poder construir el socialismo junto con el pueblo en la gran familia de la patria y palabras por el estilo, en tanto teníamos escondida en el corazón una expresión”, “esta expresión es: El Tíbet quiere la libertad y la independencia”.