En los albores del siglo VII se fundó la poderosa dinastía Tang en las planicies centrales, poniendo fin a la situación de desintegración y caos que había prevalecido en dichas planicies por más de 300 años. Mientras tanto, la tribu Spurgyal, que se había sublevado en actual Yarlung de la prefectura de Shannan del Tíbet, conquistó sucesivamente otras tribus y estableció el Reino de Tubo, primer poder unificado de las tribus de la meseta Qinghai-Tíbet.

Con las dos alianzas matrimoniales entre el Reino de Tubo y la dinastía Tang, las dos partes entablaron frecuentes contactos y amplios intercambios en lo político, lo económico y lo cultural, junto con un desarrollo de las relaciones extraoficiales. Por otro lado, sucedieron inevitablemente las disputas culturales, económicas y políticas, así como los conflictos armados entre la expansión militar del poder esclavista del Tubo y la mayor prosperidad de la dinastía Tang y entre la cultura nómada de la meseta y la de labranza en las planicies centrales. Desde un punto de vista histórico, la influencia e infiltración recíproca de distintas culturas, la prosperidad y el desarrollo de las relaciones económicas, el conflicto arduo en el terreno político y la igualdad gradual de los intereses políticos hicieron que los intercambios entre el pueblo tibetano y otros grupos étnicos llegaran a un grado sin precedentes.

La paz es la aspiración de todos los grupos étnicos. La dinastía Tang y el Reino de Tubo realizaron la ceremonia de alianza en ocho ocasiones y el Monumento de Alianza Pacífica Tang-Tubo, también llamado Monumento de Alianza Pacífica en el Reino Changqing y Monumento de Alianza Pacífica Yerno-Suegro, que sigue en pie delante del Monasterio Jokhang en Lhasa, fue erigido después de la octava ceremonia de alianza. Con posterioridad, ambas partes vivieron en paz.

En 842, las contradicciones sociales del Reino de Tubo estallaron repentinamente. En la segunda mitad del siglo IX, las guerras o batallas continuas y la sublevación masiva de esclavos y plebeyos destruyó por completo el régimen gobernante del Reino de Tubo, que quedó reemplazado por el separatista mediante varios poderes locales. Durante 300 a 400 años después de ese suceso, la etnia tibetana mantuvo vínculos estrechos con los poderes de las dinastías Song del Norte, Song del Sur, Xixia, Liao y Jin, sobre todo desde el siglo XIII, en una serie de acontecimientos importantes de la historia tibetana que quedaron indisolublemente ligados a los antecedentes históricos y las vicisitudes de la nación china.