La comida Lu, de Shandong, saldrá al encuentro de los visitantes con una “forma moderna”. Su pabellón, de unos 400 metros cuadrados, va a ofrecer como elemento destacado el llamado ‘banquete de la familia Kong’, la saga de descendientes de Confucio. Además de saborear la comida tradicional de Lu, los visitantes podrán sentir la profunda cultura escondida en ella.
Aparte de esos ocho pabellones, la Expo tiene también una calle de gastronomía china, donde los visitantes pueden probar libremente toda clase de comidas. Por el momento, ya se ha determinado la lista de los restaurantes que albergará esta calle, incluidas muchas marcas antiguas, tales como los bollos rellenos de Goubuli, de la ciudad de Tianjin; los fideos ‘lamian’ de Lanzhou; los fideos con carne de ternera Laodong de Taipei, etc. Este último ya acumula una historia de 60 años y su patrón Liu Zhengxiong espera que su restaurante venda 6.000 tazones de fideos cada día durante la Expo.