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Taiwan

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Persistir en el principio de una China constituye la base para el desarrollo de las relaciones entre ambas orillas y la realizaci¨®n de la reunificaci¨®n pac¨ªfica. Bregar por la reunificaci¨®n pac¨ªfica y buscar el desarrollo com¨²n debe ser l¨®gicamente la orientaci¨®n de lucha com¨²n para el pueblo de las dos orillas. Como ambos lados han estado separados durante muchos años, tienen diferencias en lo que respecta a la ideolog¨ªa, el sistema social y otros aspectos. La parte continental de la patria toma en plena cuenta estos factores, y he ah¨ª tambi¨¦n la raz¨®n por la cual se ha pronunciado por el principio de "un pa¨ªs, dos sistemas" ya que dichos factores no deber¨¢n ser obst¨¢culos para la reunificaci¨®n pac¨ªfica. En el mundo hay una sola China, tanto la parte continental como Taiwan pertenecen a la misma, y la soberan¨ªa y la integridad territorial de China no admiten partici¨®n. Siendo ¨¦ste un punto b¨¢sico en com¨²n para que las dos orillas del estrecho persistan en el principio de una China, tiene un fuerte car¨¢cter de absorci¨®n. El principio de una China defendido por la parte continental significa que hay una sola China la cual comprende tanto la parte continental como Taiwan. Por supuesto, existe una serie de problemas pendientes de soluci¨®n antes de que las dos orillas avancen del intercambio a la reunificaci¨®n. No obstante, siempre que sea reconocido el principio de una China, cualquier problema podr¨¢ ser discutido.  Esta actitud pone de manifiesto la sinceridad de la parte continental para la reunificaci¨®n pac¨ªfica y su respeto al deseo de los compatriotas taiwaneses. Ello no s¨®lo favorece a cualquier lado del estrecho sino a todos los compatriotas de las dos orillas.

Los hechos demuestran que el que ambas orillas del estrecho persistan en el principio de una China es la base para el desarrollo estable de las relaciones. En 1992 la Asociaci¨®n para las Relaciones del Estrecho de Taiwan (ARET), de la parte continental, y la Fundaci¨®n para el Intercambio a trav¨¦s del Estrecho (FIE), de Taiwan, alcanzaron un consenso seg¨²n el cual cada parte expresar¨ªa en forma verbal que "ambas orillas del estrecho persisten en el principio de una China". Desde 1992, de hecho, tanto la ARET como la FIE hicieron cosas pr¨¢cticas sobre esta base y patrocinaron con ¨¦xito la conversaci¨®n entre Wang Daohan, presidente de la ARET, y Koo Chen-fu, presidente de la FIE, de suerte que las relaciones entre ambas orillas progresaron en cierto modo. Hasta la fecha, sin embargo, los actuales dirigentes de las autoridades de Taiwan todav¨ªa no han reconocido expl¨ªcitamente el principio de una China ni el consenso alcanzado en 1992 por la ARET y la FIE. Esta es la ra¨ªz de la tensi¨®n que existe ahora en las relaciones entre ambas orillas.

El principio de una China es inesquivable ni puede ser borroso. Cuanto antes los l¨ªderes de las autoridades de Taiwan reconocen expl¨ªcitamente este principio, tanto m¨¢s ello favorece a la estabilidad de la sociedad taiwanesa y al desarrollo de las relaciones entre ambas orillas.

La parte continental proseguir¨¢ aplicando el principio b¨¢sico de "la reunificaci¨®n pac¨ªfica, y un pa¨ªs, dos sistemas", a fin de implementar ¨ªntegramente la propuesta de ocho puntos formulada por el Presidente Jiang Zemin acerca del desarrollo de las relaciones entre ambas orillas y del impulso del proceso de la reunificaci¨®n pac¨ªfica de la patria en la etapa actual. La parte continental continuar¨¢ promoviendo las visitas de personas y el intercambio y cooperaci¨®n entre ambos lados en ¨¢mbitos tales como los de la econom¨ªa y la cultura, heredar¨¢ y llevar¨¢ adelante en com¨²n las bellas tradiciones de la cultura china, desarrollar¨¢ el intercambio y di¨¢logo con los partidos pol¨ªticos y las personalidades de los diversos sectores de Taiwan que abrazan el principio de una China, y fomentar¨¢ el di¨¢logo y las negociaciones entre ambos lados con bases al principio de una China, con miras a crear nuevas condiciones para la reunificaci¨®n pac¨ªfica de las dos orillas.

Los compatriotas de ambas orillas deben cooperar unidos de la mano, enfrentarse en com¨²n al desaf¨ªo y construir un ambiente en el cual ambas partes puedan ganar y beneficiarse juntas de la cooperaci¨®n econ¨®mica, cient¨ªfica y tecnol¨®gica. Deber¨¢n eliminarse todas las barreras que contravienen a la ley objetiva de la econom¨ªa y desfavorecen al desarrollo com¨²n de las dos orillas. Las autoridades de Taiwan deben anular las estipulaciones que proh¨ªben a las empresas de la parte continental invertir en la isla y remover los obst¨¢culos que restringen las exportaciones de mercanc¨ªas continentales a Taiwan. Asimismo, los compatriotas continentales desean entrar de turismo en esta preciosa isla de la patria y disfrutar de sus bellos r¨ªos y montañas.

Una triple comunicaci¨®n total y directa (para el servicio postal, la navegaci¨®n mar¨ªtima y a¨¦rea y el comercio) entre ambos lados tan pronto como sea posible se ha convertido en la demanda objetiva de los compatriotas de las dos orillas para ampliar sin cesar las visitas rec¨ªprocas y ha devenido en un deseo vehemente y universal de los compatriotas taiwaneses. Para ello la parte continental ha hecho bien los preparativos necesarios en todos los sentidos. La uni¨®n beneficia a ambas partes y la comunicaci¨®n permite ganar a las dos. M¨¢s vale una comunicaci¨®n pronta que tard¨ªa.

Al abogar por "un pa¨ªs, dos sistemas", la parte continental tiene como prop¨®sito respetar la vehemente aspiraci¨®n de los compatriotas taiwaneses a ser dueños de su destino y mantener los intereses vitales de los mismos. Durante muchos años, los compatriotas de la isla han realizado muchos trabajos provechosos para desarrollar las relaciones entre ambas orillas. En lo sucesivo, estamos seguros de que ellos continuar¨¢n haciendo nuevas contribuciones junto con los compatriotas continentales para frenar los complots de escisi¨®n y promover la reunificaci¨®n pac¨ªfica. Tanto en el proceso de la realizaci¨®n de la reunificaci¨®n como despu¨¦s de ella, la parte continental de la patria respetar¨¢ plenamente el deseo de los compatriotas taiwaneses y mantendr¨¢ efectivamente sus intereses. Al pronunciarse por la reunificaci¨®n pac¨ªfica, la parte continental act¨²a conforme al deseo del pueblo chino y salvaguarda los intereses supremos que son la soberan¨ªa estatal y la integridad territorial. Como lo ha hecho antes, la parte continental, junto con las masas de compatriotas taiwaneses, los partidos y las personalidades de los diversos sectores de la isla que aprueban el principio de una China y todas las organizaciones de ultramar en oposici¨®n a la "independencia de Taiwan" y en favor de la reunificaci¨®n, unir¨¢ a todas las fuerzas susceptibles de ser unidas para continuar luchando en com¨²n a fin de poner coto a la escisi¨®n y promover la reunificaci¨®n. En cuanto a aquellas personas que han clamado por la "independencia de Taiwan", se han dedicado a ella y han seguido a los elementos abogados de la misma, siempre que abandonen la posici¨®n separatista, la parte continental de la patria tambi¨¦n est¨¢ dispuesta a hacer exploraciones con ellas y promover en com¨²n el desarrollo de las relaciones entre ambas orillas.

Ahora que hemos entrado en el nuevo siglo, la materializaci¨®n de la reunificaci¨®n completa de China beneficiar¨¢ la estabilidad y el desarrollo de la regi¨®n de Asia y el Pac¨ªfico y har¨¢ un mayor aporte a la paz y el desarrollo del mundo. El problema de Taiwan es un asunto interno de China y ha de ser arreglado por los chinos propios. El Gobierno y pueblo chinos se oponen firmemente a la intervenci¨®n de cualquier fuerza extranjera en la soluci¨®n de este problema por parte de China, y esperan que los pa¨ªses grandes que tienen una importante responsabilidad ante la causa de la paz mundial observen realmente el derecho internacional y las normas b¨¢sicas que rigen las relaciones internacionales y cumplan los solemnes compromisos asumidos con el Gobierno chino en el problema de Taiwan, en lugar de hacer nada que pueda conducir a una tirantez en las relaciones entre ambas orillas.

La China contempor¨¢nea, plena de vigor y vitalidad en su desarrollo impetuoso, ha ingresado en el siglo XXI lleno de esperanzas. Por cierto, los compatriotas de las dos orillas en lucha unida ser¨¢n capaces de coronar pronto la gran causa de la reunificaci¨®n de la patria y convertir el hogar com¨²n en un pa¨ªs moderno, pr¨®spero, democr¨¢tico y civilizado, para as¨ª escribir un cap¨ªtulo a¨²n m¨¢s brillante en aras de la gran revitalizaci¨®n de la naci¨®n china.

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