3. Ejecución del presupuesto central para la gestión del capital estatal
En 2011 los ingresos de la gestión del capital estatal a nivel central han sido de 76.502 millones de yuanes, el 90,6% de lo presupuestado, un 36,9% más, debiéndose el incumplimiento en esencia a que el número de las acciones estatales sujetas a la reducción de su tenencia ha sido menor que el previsto. Sumados los 3.559 millones de yuanes transferidos del año 2010, el total de los ingresos disponibles ha llegado a 80.061 millones. Y los gastos han sido de 76.954 millones de yuanes, el 89,6% de lo presupuestado, un 42% más, debiéndose el incumplimiento principalmente a que la disminución de los ingresos provenientes de la reducción de la tenencia de las acciones estatales ha hecho recortar de manera correspondiente los gastos. En esta cantidad están incluidos 49.166 millones de yuanes para el reajuste de la economía estatal y de la estructura sectorial; referentes a las empresas subordinadas a los departamentos centrales, 2.312 millones en subsidios para la reforma y la superación de dificultades, 3.500 millones para innovaciones científico-tecnológicas de relieve, 3.500 millones para proyectos prioritarios de ahorro energético y reducción de emisiones, 2.318 millones para la inversión en el exterior, 955 millones para el fomento de la capacidad de garantía de la seguridad en la producción, 8.000 millones para anexiones y reorganizaciones y 2.609 millones para el desarrollo de las industrias emergentes; y 4.000 millones destinados al presupuesto de la hacienda pública en beneficio de la seguridad social.
4. Aplicación de una política fiscal activa
Hemos aplicado con solidez una política fiscal activa y hemos consolidado y ampliado en mayor medida los logros cosechados en la resistencia a la embestida de la crisis financiera internacional, con el fin de impulsar el desarrollo seguro y relativamente rápido de la economía y la estabilidad fundamental del índice general de los precios.
Puesta en pleno juego del papel de las políticas fiscales y tributarias en promoción del mantenimiento de la estabilidad fundamental del índice general de los precios. Hemos trabajado en brindar enérgico respaldo al aumento del suministro de los productos agrícolas, mantener estable la provisión de los carburantes y los fertilizantes químicos, entre otras cosas, intensificar el apoyo a la crianza porcina, potenciar el control sobre el mercado de los recursos de reserva, efectuar la venta con destino definido de los cereales y aceites comestibles sujetos a las políticas concernientes y acrecentar la importación de las mercancías de necesidad cotidiana y las materias primas y materiales, propulsando así el equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado. Se ha eximido del peaje a los vehículos de transporte de los productos agrícolas y de ocupaciones secundarias frescos y en vivo y se ha emprendido la revisión especial de las carreteras de peaje, disminuyendo de este modo los costos de circulación. Hemos llevado a la práctica las políticas de subvención a la población urbana y rural con renta baja y concedido subsidios en concepto de precios de los carburantes a una parte de la población necesitada y de los sectores de beneficio público, con miras a menguar la influencia que conlleva el alza de los precios en los colectivos necesitados.
Incremento de los ingresos de la población tanto urbana como rural y mejora de su capacidad de consumo. Nos hemos afanado en ajustar de manera racional las relaciones de la distribución de la renta nacional, ampliar la escala de los subsidios fiscales, aumentar las subvenciones a los campesinos, fortalecer la construcción de las infraestructuras agrícolas e impulsar a fondo la ayuda contra la pobreza con recursos fiscales para el desarrollo, en propulsión del incremento de los ingresos del campesinado. Hemos elevado los baremos de la garantía del nivel de vida mínimo de los habitantes urbanos y rurales, subido la cuantía de la pensión de vejez básica de los jubilados de las empresas, ampliado el alcance del ensayo del nuevo tipo de seguro social rural de vejez y el del seguro social de vejez para la población urbana y aplicado la política de salario complementado según el rendimiento en las escuelas de educación obligatoria, en las instituciones sanitarias públicas y en las de los servicios médico-sanitarios de los niveles de base, entre otras políticas, a fin de potenciar la capacidad de consumo de la población. Hemos perfeccionado las políticas de subvención dirigidas a llevar electrodomésticos al campo y a cambiar los usados por nuevos. Hemos respaldado el desarrollo de la circulación mercantil y comercial, mejorando el ambiente de consumo.
Optimización de la estructura de la inversión y refuerzo de los eslabones débiles del desarrollo económico y social. La inversión central por concepto de construcción básica, la hemos empleado principalmente en dar apoyo a la construcción del programa de viviendas de protección social, de las infraestructuras agrícolas centradas en las obras hídricas y de las infraestructuras educativas y sanitarias; al ahorro energético, la reducción de emisiones contaminantes y la protección ecológica y medioambiental; al desarrollo económico y social de Xinjiang, el Tíbet y las áreas de la etnia tibetana de las provincias de Qinghai, Sichuan, Yunnan y Gansu, y a la innovación independiente y el desenvolvimiento de las industrias emergentes estratégicas, asegurando con prioridad los fondos necesarios para los proyectos clave en construcción o en continuación e iniciando de manera ordenada las obras importantes del XII Plan Quinquenal.
Perfeccionamiento de la política de reducción tributaria estructural para orientar la inversión empresarial y el consumo de la población. Hemos elevado de 2.000 a 3.500 yuanes la parte de los ingresos salariales mensuales exenta del impuesto sobre la renta personal y hemos reajustado la estructura de la tasa impositiva, a objeto de aligerar la carga tributaria de los habitantes con renta media y baja. A una parte de las empresas pequeñas con ganancias exiguas les hemos ido aplicando la política preferencial en el impuesto sobre la renta, y hemos sacado a escena una serie de políticas de exención total o parcial de impuestos, entre ellas la relativa a la elevación de la suma mínima imponible para la recaudación del impuesto al valor agregado y del impuesto a las transacciones, en favor de reducir la carga de las pymes. Hemos aplicado unos aranceles anuales provisionales de importación relativamente bajos a más de 600 clases de productos de recursos naturales, materias primas y materiales básicos, y piezas y partes clave. Hemos seguido llevando a la práctica las políticas tributarias preferenciales, como la relativa a la explotación del Oeste a gran escala. Y hemos eliminado o eximido en forma total o parcial 77 cobros y fondos, aligerando la carga de las empresas y de la población.