El Tíbet, en el “techo del mundo”, era considerado “zona de exclusión aérea” por los círculos de aviación internacional. Hoy día, sin embargo, su espacio aéreo se ha convertido en la vía más rápida y segura para la comunicación con el interior de China y el extranjero. Desde 1965 que se abrió la primera ruta aérea para la región hasta hoy, han aumentado de manera continua las líneas y vuelos entre Lhasa y las ciudades centrales de diversas partes del país y se han renovado los aviones en varias veces, manteniendo una navegación aérea segura durante 50 años. En la actualidad, se ha formado en lo inicial la red aérea con 14 líneas sobre la meseta que toma a Lhasa como centro y se extiende a las ciudades principales periféricas y domésticas del país, entre ellas, Bangda (Qamdo), Chengdu, Chongqing, Beijing, Shanghai, Guangzhou, Xi’an, Xining y Zhongdian, además de las rutas Lhasa-Hong Kong y Lhasa-Katmandú. Los vuelos que entran y salen del Tíbet llegan a más de 80 cada semana y el volumen de transporte de pasajeros y carga anual de la línera Lhasa-Chengdu ocupa el 75% del total regional. En 2005 el transporte aéreo de mercancías fue de 16.100 ton, con un aumento de 4,5%; el de pasajeros, 944.700 personas, 14,2% más.
Hoy día los aviones que sirven para las compañías son aerobuses A340 y A319 y Boeing B757, y el aerobús A340-300, introducido por la Aerolínea del Suroeste de China en 1998, es el mayor importado por el Oeste del país con 4 motores, dos pasillos, cuerpo ancho y de larga distancia. En la temporada alta, los viajeros ascendieron a 2.200 diariamente.
Debido a las condiciones particulares del Tíbet, los vuelos nacionales e internacionales para Lhasa deben realizarse por la mañana y los de la tarde tienen que abandonarse de la ciudad dos horas antes de la puesta del sol, y el vuelo de Chengdu hacia Lhasa se obliga a despegarse antes de las tres de la tarde. En 2006, la Aerolinea China (CA), en cooperación con la Compañía Boeing, reinstalará el sistema de navegación RNP para los aviones que vuelan al Tíbet, plan que ha entrado en la etapa de verificación y aprobación final. La introducción de esta tecnología ayudará a reducir el retraso y regreso de vuelos a causa de mal tiempo, reajustar el horario, aumentar la cantidad de vuelos, elevar la seguridad y normalidad del vuelo en las líneas tibetanas y potenciar la capacidad de su transporte aéreo.
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