El taoísmo, originario de China, apareció en el siglo II de nuestra era. Esta religión, abogada del culto de la China antigua a la naturaleza y a los antepasados, tenía muchas sectas en el pasado, pero luego se redujeron a dos: Quanzhendao y Zhengyidao, y hoy ejerce cierta influencia en los hans. Como no existen ceremonias y reglamentos estrictos para la conversión, es difícil calcular el número de adeptos. China cuenta actualmente con más de 1.500 templos taoístas.
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