Credos religiosos


 
 
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Política religiosa


 

 La Constitución de la República Popular China estipula: "El ciudadano de la República Popular China goza de libertad de credo". "Ningún organismo estatal, organización social o individúo puede obligar a ciudadano alguno a profesar o no cierta religión, ni puede discriminar a los ciudadanos por sus creencias religiosas". "El Estado protege las actividades religiosas normales". La Constitución también estipula: "Ningún individuo debe utilizar la religión para socavar el orden social, perjudicar la salud de los ciudadanos y estorbar las actividades del sistema educativo del Estado". "Las asociaciones religiosas y los asuntos religiosos no deben ser dominados por fuerzas extranjeras".


La Ley de Autonomía Etnica Regional, los Principios Generales del Código Civil, la Ley de Educación, la Ley del Trabajo, la Ley sobre la Educación Obligatoria, la Ley Electoral de las Asambleas Populares, la Ley Orgánica de los Comités de Aldeanos y la Ley de Avisos Publicitarios de China también estipulan: El ciudadano, sin importar su creencia religiosa, goza de los derechos de elegir y ser elegido; las propiedades legales de las organizaciones religiosas son protegidas por la ley; la educación y la religión están separadas, el ciudadano goza de igual oportunidad para recibir la educación según la ley no importa cual sea su credo religioso; las diversas etnias deben respetar la lengua oral y escrita, las costumbres y la creencia religiosa de los demás grupos; los ciudadanos no pueden ser discriminados en la obtención de empleo por la diferencia de creencia religiosa; las propagandas y marcas comerciales no pueden tener contenidos discriminatorios étnicos y religiosos.


El Gobierno chino ha promulgado los Reglamentos de Administración de los Locales de Actividades Religiosas para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de dichos sitios. Los Reglamentos para la Administración de las Actividades Religiosas de Extranjeros en el Territorio de la República Popular China respetan la libertad de credo de los extranjeros dentro del territorio chino, protegen los intercambios amistosos y las actividades culturales y académicas entre los extranjeros y con los círculos religiosos chinos en el sector religioso.


Las leyes chinas estipulan que, a la vez que goza del derecho a la libertad de credo, el ciudadano debe asumir la responsabilidad estipulada por la ley. En China, cualquier individuo, organización social, incluyendo cualquier religión, debe salvaguardar los intereses del pueblo, la dignidad legal, la unidad étnica y la unificación estatal. Ello responde a los documentos de derechos humanos y los convenios de la ONU.


Mientras protege las actividades normales religiosas, el Estado ataca resueltamente las actividades criminales ilegales y las actividades contra-revolucionarias bajo el disfraz de la religión, así como las diversas actividades supersticiosas no pertenecientes al ámbito religioso que afecten al orden social y la vida y los bienes del pueblo.