El catolicismo arribó a China en el siglo VII y volvió a llegar en varias ocasiones a este país y, después de la Guerra del Opio de 1840 se introdujo de forma masiva. En el presente, la religión tiene 100 diócesis, cerca de 5.000 iglesias y locales dependientes, que atienden a 5 millones de creyentes, así como 12 academias de filosofías teológicas. El catolicismo de China bautiza cada año unas 50.000 personas. Desde 1981, la religión católica ha capacitado y ha consagrado a unos 1.500 jóvenes sacerdotes; unos 100 de ellos han sido enviados por la religión a estudiar la teología en EE.UU., Francia, Inglaterra, Bélgica, Italia, Alemania, Filipinas y la República de Corea, y algunos de ellos han logrado los títulos de postgraduado o doctorado y se han repatriado para dedicarse a la enseñanza en los conventos. En China el catolicismo cuenta con sus propias casas editoras, las cuales han impreso más de tres millones de copias de la Biblia y otros libros de su credo. En China las iglesias católicas importantes son la Catedral de Beijing (La Iglesia de Xuanwumen), la Iglesia San Miguel de Qingdao, la Iglesia San José de Tianjin (Iglesia Laoxikai), y la Iglesia Hongjialou de Jinan y la Iglesia Sheshan de Shanghai.