Gigantes y dragones procesionales de Bélgica y Francia
La tradición de los gigantes y dragones procesionales abarca un conjunto original de manifestaciones populares festivas y representaciones rituales. Estas efigies aparecieron por primera vez en las procesiones religiosas de finales del siglo XIV en muchos pueblos europeos y son el emblema de identidad de ciertas ciudades belgas y francesas, donde siguen siendo tradiciones vivientes. Los gigantes y dragones son grandes muñecos que miden hasta nueve metros de altura y que pueden pesar hasta 350 kilos. Representan a héroes o animales míticos, personalidades locales contemporáneas, personajes históricos, bíblicos o legendarios. La fabricación de un gigante, así como su mantenimiento permanente, requiere meses de trabajo y conocimientos de distintas técnicas, dada la variedad de materiales que se emplean para ello. Aunque estas manifestaciones no corren por ahora el peligro de desaparecer, sufren una serie de presiones, como las transformaciones de los centros urbanos y el incremento del turismo, que van en detrimento del carácter popular y espontáneo de la fiesta.
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