El té es tan común para las familias chinas que todas tienen los medios para servir esta infusión a los visitantes. Los guangdongneses tienen la costumbre de tomarlo por la mañana y al mediodía, aunque su objetivo final no se concentra en la bebida en sí, sino en los pasteles para satisfacer el estómago. Al viajar a Hangzhou, además de las mujeres hermosas y los paisajes pintorescos, probar el té en alguna aldea o al lado del Lago del Oeste es un programa obligatorio. El té puede ser tomado, comido, cantado o contemplado, dependiendo del ambiente y la persona. Al hablar del entorno, cabe mencionar las orillas del Lago del Oeste y los patios de las familias en la “Aldea del Té”. Sentado a la mesa de piedra colocada a la orilla del Lago del Oeste, uno puede sentir como si estuviera en el campo de cultivo mientras habla con sus amigos y disfruta la bebida, aunque los temas pueden ser tan normales como los asuntos familiares cotidianos. Si se bebe sólo, contemplando el hermoso lago y las aves que vuelan sobre él, uno puede disfrutar profundamente de la libertad y la relajación. Después de saludar al dueño de la casa de té, una chica con traje de estilo chino acude a servir al visitante. Cuando se presenta el té ya preparado, los atractivos aromas llegan inmediatamente al olfato y entonces se reconoce que es té Longjing preparado con el agua del Lago del Oeste. El mejor momento para tomar el té es cuando llueve. El Lago del Oeste actual es cada día más hermoso, con diferentes paisajes y sabores. |