El punto de cruz es una forma popular de contar los hilos en el bordado, en el cual las puntadas, en forma de X, son usadas como diseño para crear un dibujo y, por lo general, se ejecuta con facilidad incluso en tejidos de tela. El creador cuenta los ensartes en cada dirección de la imagen que quiere lograr. El conteo en una tela es el número de hoyos por pulgada, el cual fija el tamaño de los puntos y del diseño final. Los puntos deben tener un tamaño y apariencia uniforme, para lo cual es muy importante contar bien. En ocasiones, se hace sobre un dibujo previamente impreso sobre la tela, lo que facilita el trabajo.
Fácil de aprender y una de las más antiguas formas de bordado, el punto de cruz es una tradición casi universal. Existen ejemplos que datan de hace 1.500 años y que todavía se practican. Tradicionalmente, ha sido usado para adornar paños de cocina y ropa de casa, especialmente de lino. Aunque existen muchos pueblos que todavía emplean el punto de cruz en sus ropas y adornos del hogar, especialmente en Europa, cada vez es más popular su uso en telas que son colgadas en las paredes como decoración.