Simpson se decidió a perder peso a los 31 años. Perdió 32 kilos en seis meses y aceptó someterse a una operación de reducción de estómago.

Pero se informó de que un amigo suyo murió a causa de una operación similar y abandonó la idea. “Es una señal que me emitió”, dijo. “No creo que la operación valiera la pena. Quiero ser yo misma”.

Quizás hay personas que dudan que el actual marido de Simpson no quiera una mujer delgada, pero la verdad es todo lo contrario. Philip animó a su esposa comer más. Tiene 68 kilos de peso, pero él dijo que “adora a las gordas”.

Los dos se conocieron en un lugar de citas para gordos. “Me parece que quiere que sea más gorda, y me apoya completamente”, dijo Simpson.

A fin de lograr su objetivo de convertirse en “la mujer más gorda del mundo”, Simpson come gran cantidad de comida basura, y se mueve lo menos posible cada día. Come alimentos por 12.000 calorías, cuando la cantidad recomendada para las mujeres comunes es sólo 2.000.

Gasta 750 dólares en la compra semanal. La mayor parte del dinero proviene de un sitio web que creó, porque algunos quieren pagar por verla ingerir comida basura.

“Me gusta comer y a algunos les gusta verme comer. Es una cosa divertida. No hago daño a nadie”, dice.