Camino penoso para reforjar la marca
“Incluso si renaciese la tecnología descrita en estas obras, sería imposible que China volviera a ser líder de la industria sérica”. Algunos señalan que China padecen una gran brecha con respecto a otros países en la tecnología medular de esta industria, sobre todo está muy rezagada en el procesamiento pos teñido, y no tiene cómo compararse con el extranjero en el diseño y desarrollo de productos nuevos.
En 1954 Qian ingresó a la Escuela de Hilos de Capullos del Gusano de Seda de Xushuguan, provincia de Jiangsu, cuando tenía quince años, convirtiéndose en una de los estudiantes de primera promoción de esta especialidad en China. En la década del 1980 diseñó varias decenas de productos nuevos.
Esto indica que a China no le faltan materias primas y tecnología, pero ¿por qué no ha podido abrirse camino para sus propias marcas? La presidente de la Cía. de Ropa Kaili de Beijing, Wu Lifeng, puso el dedo en la llaga señalando que esto tiene que ver con el modo de desarrollo de nuestra industria de la seda.
China produce alrededor del 80% de las materias primas para el sector mundial de la seda y no impone cuotas racionadas de exportación después de su adhesión a la OMC, de manera que las empresas nacionales pueden vivir de los pedidos llegados del ultramar sin costarles mucho trabajo. Por el contrario, si estuvieran dispuestas a lanzar marcas propias, les tocaría invertir en cada uno de los eslabones de producción y contraer riesgos de diseño y venta. Se sabe que cualquier fabricante es pragmático. Así, no es extraño que las empresas chinas hayan optado por seguir siendo talleres baratos de marcas extranjeras.
La diseñadora de moda Wu Haiyan conoce al dedillo semejante proceder de corta visión. Opina que las marcas chinas de seda no tienen estilo propio y su definición es confusa, y que los fabricantes persiguen sólo intereses inmediatos, de suerte que los diseñadores no pueden innovar con audacia. “Por ejemplo, muchos dicen que estampar motivos de pintura al óleo en la seda es una innovación, pero la innovación no es un simple injerto, porque el mero estampado de cosas occidentales no significa conexión con la época”, agrega.
Mujer franca, Wu advierte: “La seda tiene lenguaje, y sólo con comprenderlo es posible hacer buenas obras”.
Un diseñador de seda, además de conocer la cultura tradicional de la seda, debe conocer también la de la moda actual. La simple añoranza por el esplendor histórica no lleva a ningún lado. Es preciso juzgar la seda con la óptica de la moda actual”.