Cualquier intento de sabotear la estabilidad o el desarrollo de Tíbet está condenado al fracaso, afirmó ayer Liu Jianchao, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en Beijing.
En respuesta a una pregunta realizada en una rueda de prensa, Liu afirmó que China está firmemente comprometida con el desarrollo, la estabilidad y la prosperidad del Tíbet.
El Dalai Lama es un exiliado político que trata de separar al Tíbet de la madre patria, remarcó Liu.
El portavoz señaló que ciertos países y personas muestran interés en el Dalai Lama por dos razones. "Algunas personas han sido engañados por él, mientras que otras tratan de cambiar algunas cosas a través de él".
"Sin embargo, estas personas no pueden cambiar nada", expresó Liu.
"Ningún esfuerzo puede cambiar la fuerte determinación del pueblo chino, incluido el tibetano, en la salvaguarda de la soberanía e integridad territorial de China, ni pueden cambiar la determinación de China por el desarrollo, la estabilidad y la prosperidad del Tíbet", señaló el portavoz.
En respuesta a la propuesta de la reunión entre el Papa y el Dalai Lama en diciembre, Liu afirmó que China ha pedido al Vaticano que no haga nada que hiera los sentimientos del pueblo chino y que muestre sinceridad en la mejora de los lazos con actos más serios.
Ciertos actos realizados por ciertos países en la cuestión del Dalai Lama han dañado sus lazos con China. Además, "estos actos dañarán su imagen en las mentes del pueblo chino y su credibilidad al observar las normas básicas de las relaciones internacionales", señaló Liu.
El portavoz manifestó su esperanza para que las partes pertinentes hagan frente al problema y dejen de interferir en los asuntos internos de China, en un esfuerzo por mantener los lazos bilaterales con actos concretos.