China expresó ayer martes su "profundo descontento y fuerte oposición" al encuentro que ha mantenido los líderes de Canadá con el Dalai Lama.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, y la gobernadora general, Michaelle Jean, mantuvieron una reunión con el Dalai Lama. Además, el parlamento canadiense celebró una recepción en la que el Dalai Lama recibió la "ciudadanía honoraria" de Canadá.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Liu Jianchao, afirmó que China se opone al uso del Dalai Lama por cualquier país para interferir en sus asuntos internos.
El Tíbet es una parte inalienable del territorio chino y el asunto del Tíbet es una cuestión interna de China, remarcó Liu.
Las palabras y acciones del Dalai Lama en las últimas décadas demuestran que es un exiliado político dedicado a las actividades secesionistas usando la religión para encubrirlas, manifestó Liu.
A pesar de la oposición de China, Canadá permitió la visita del Dalai Lama y su encuentro con los líderes del país, lo que pisotea las normas de las relaciones internacionales e interviene en los asuntos internos de China, subrayó Liu.
"Estas acciones odiosas han herido los sentimientos del pueblo chino y minado las relaciones entre China y Canadá", añadió el portavoz.
China pide a Canadá que revise y corrija sus acciones en la cuestión del Dalai Lama y que tome medidas de forma inmediata para eliminar el impacto negativo, indicó Liu,
El portavoz señaló que Canadá debe dejar de apoyar las actividades anti-China de los secesionistas que buscan la independencia del Tíbet y de interferir en sus asuntos internos para evitar empeorar las relaciones entre ambos países.