China expresó hoy su fuerte oposición a la reunión entre el presidente estadounidense, George W. Bush, y el Dalai Lama, y advirtió que cualquier intento de intervenir en sus asuntos internos utilizando la cuestión del Dalai Lama está condenado al fracaso.
"El Tíbet forma parte inalienable del territorio chino, y la cuestión de Tíbet forma parte únicamente de los asuntos internos de China", indicó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Liu Jianchao, quién subrayó que China se opone a que cualquier país o individuo intervenga en sus asuntos internos utilizando la problemática del Dalai Lama.
"Las palabras y los hechos del Dalai Lama en las últimas décadas muestran que es un refugiado político dedicado a actividades separatistas disfrazado de religioso", añadió el vocero.
Liu describió la reunión entre el líder estadounidense y el Dalai Lama como "una intervención burda en los asuntos internos de China", y afirmó que ésta supone una violación grave de las normas básicas de las relaciones internacionales y daña los sentimientos del pueblo chino.
"China está muy ofendida y se opone con firmeza a estos hechos, por lo que ha presentado una protesta solemne a Estados Unidos. Solicitamos que Estados Unidos corrija su error y deje de intervenir en los asuntos internos de China", agregó Liu.
El portavoz también señaló que el pueblo chino tiene la voluntad inquebrantable de salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial, advirtiendo que cualquier intento de intervenir en los asuntos internos de China aprovechando el problema del Dalai Lama "está condenado al fracaso". Fin