El máximo funcionario de asuntos religiosos de China condenó hoy el reconocimiento que otorgó el Congreso de Estados Unidos al Dalai Lama y la reunión que sostuvo éste con el presidente estadounidense, George W. Bush, y dijo que el Dalai Lama representó una "farsa".
"Es como una Opera de Pekín, y el Dalai Lama es el protagonista que canta sus intentos de mucho tiempo para dividir a la patria y buscar la 'independencia del Tíbet'", dijo Ye Xiaowen, director de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos, en una conferencia de presna durante el XVII Congreso Nacional del Partido Comunista de China.
En cambio, cuando nadie lo acompañaba a cantar, el Dalai Lama afirmaba que había abandonado su demanda de "independencia" y que quería un "grado más alto de autonomía" y un "Tíbet Mayor", dijo Ye.
"Ambas constituyen la vieja demanda de 'independencia' en formas disfrazadas".
Alguien que traiciona a su propio país debe sentirse aislado dondequiera que se encuentre, dijo Ye. "Cuando él se siente aislado y miserable, representará una farsa con los occidentales, esperando tener mayor influencia".
Ye citó a la Biblia y dijo que "aquellos que presenciaron la farsa del Dalai Lama" no deben hacer a otros lo que no quieren que otros les hagan.
El funcionario de asuntos relgiosos advirtió al Dalai Lama, de 72 años de edad, que se arrepienta y enmiende su camino. "La cuestión del Dalai Lama es bastante fácil de resolver, siempre y cuando cese sus actividades secesionistas", dijo. "Espero que él resuelva este problema en su vida".
El dijo que el gobierno central ha estado en contacto y ha sostenido consultas con el enviado del Dalai Lama. "Cualquier intento de dividir a China está condenado al fracaso, ya sea que el Dalai Lama esté vivo o no". Fin