Antes de la liberación pacífica del Tíbet, no había institución de servicio médico en sentido moderno. En 1951, el Ejército Popular de Liberación creó la causa de salud pública del Tíbet durante la liberación pacífica de la región. A lo largo de más de 50 años, el Estado ha asignado un total de 1.800 millones de yuanes para el desarrollo del servicio médico y sanitario en la región, las diversas provincias y ciudades del país han enviado 35 equipos médicos al Tíbet, con 363 integrantes, y han brindado equipos médicos y sanitarios por valor de 7 millones de yuanes y han ayudado en la construcción del Hospital de Enfermedades Infecciosas y Fábrica Farmacéutica Tibetana de la región autónoma, Sección de Hospitalizados del Hospital No. 1 de la ciudad de Lhasa, Centro de Capacitación para la Sanidad Reproductora de la región autónoma. Al mismo tiempo se han reconstruido y ensanchado los hospitales en los municipios de Nyinchi, Xigaze, Shannan, Ngari, Qamdo, Nagqu y Lhasa. Según se calcula, a fines del 2005, la región entera poseía 1.378 establecimientos sanitarios, de los cuales 763 hospitales y clínicas, 79 centros de prevención y control de enfermedades y organismos de prevención y tratamiento de salud y 55 servicios y centros de salud para mujeres y niños, con 6.767 camas de las cuales 4.426 eran de los hospitales, 8.913 técnicos de servicio médico de los que 3.575 médicos en servicio. Cada mil camas y cada mil técnicos de servicio médico alcanzaron 2,44 camas y 3,22 personas, respectivamente, formando así una red completa inicial de servicio sanitario a niveles del distrito, cantón y aldea, un sistema de prevención y control de enfermedades y un sistema médico y de asistencia.
A medida que avanza la constante mejora de las condiciones de servicio médico y sanitario del Tíbet, las enfermedades contagiosas y locales que circulaban en el Viejo Tíbet, como la viruela, cólera, enfermedad venérea, mácula, tifoidea, escarlatina, tétanos, entre otras, bajaron a 8‰, algunas de ellas ya desaparecieron. Hasta la fecha, en toda la región autónoma se ha llevado a cabo durante 6 años consecutivos la vacunación planificada de niños y no se ha informado de ningún caso de poliomielitis durante 7 años consecutivos.
Mientras tanto, han experimentado veloz crecimiento los trabajos de salud pública a nivel inferior, entre los que se destacan el servicio de salud para mujeres y niños y la planificación familiar en las zonas agrícola y ganadera. La estructura demográfica ha mejorado, la calidad de la población se ha incrementado, la tasa de mortalidad de mujeres embarazadas se ha reducido al 7‰, de 50‰ en 1959, y la de bebés, de 430‰ a 6,61‰. El porcentaje que representan los ancianos en la población total subió del 4,36% al 4,5%. Según estadísticas, actualmente el número de mayores de 60 años en el Tíbet alcanzó más de 200 mil, de los cuales los mayores de 65 años llegaron a 118 mil, para 8% y 4,5% con respecto a la población total, respectivamente. La esperanza de vida per cápita aumentó de 35,5 años en la década 50 del siglo pasado a los 67 años actuales, casi el doble.
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