Desde entonces, Lu Ruixing empezó a coleccionar piezas de batik. Según su mujer, la pasión de Lu Ruixing por esta artesanía es tal que cuando oye o ve algo interesante al respecto, se pasa horas charlando, haciendo consultas y tomando notas. Una vez se gastó los 3000 yuanes que llevaba encima en la compra de una tela antigua.
"Todo mi dinero se ha ido en comprar telas finas y coleccionarlas para poder abrir el museo."
En el Museo del Batik de Wuxi se exhiben más de 3000 piezas pertenecientes a un periodo que va desde hace cien años hasta la actualidad. Entre estas piezas destaca una funda de cobertor de principios de la República de China, adornada con llamativos dibujos de semillas de loto, brotes de bambú, castañas de agua, granadas y melocotones, motivos vegetales que simbolizan la prosperidad de la familia:
"La funda está adornada con numerosas plantas acuáticas muy comunes en Wuxi, ciudad situada al sur del río Yangtsé, lo que le confiere un carácter marcadamente local. Son motivos que rara vez aparecen en las telas elaboradas en las provincias de Shandong y Hunan."