Aplicación de una política monetaria prudente. Mantendremos la financiación social en una magnitud racional y situaremos en el 16% el incremento previsto de la oferta del dinero en sentido amplio. Perfeccionaremos el marco de la política macroprudencial y haremos un uso integral de instrumentos como los precios y los importes para elevar la eficacia de la política monetaria. Aumentaremos la proporción de la financiación directa y haremos valer como se debe el papel de las acciones, los bonos, los fondos de capital inversión y otros instrumentos de financiación, al objeto de cubrir aún mejor la demanda de fuentes diversificadas de inversión y financiación. Optimizaremos con empeño la estructura crediticia, encauzaremos los bancos comerciales hacia la intensificación de su apoyo crediticio a los ámbitos prioritarios y los eslabones débiles, y controlaremos rigurosamente la concesión de préstamos tanto a las ramas con un alto consumo energético y elevadas emisiones de contaminantes como a las que tienen una capacidad de producción excesiva. Seguiremos mejorando el mecanismo de fijación de los tipos de cambio del yuan. Supervisaremos y controlaremos muy de cerca el flujo transfronterizo de capitales para evitar la entrada de “dinero caliente”. Fortaleceremos la gestión de las inversiones de los activos de reserva y la de sus riesgos para aumentar su rentabilidad.
Este año debemos ocuparnos prioritariamente de los siguientes trabajos.
1. Mantener estable en lo fundamental el nivel general de precios
En la actualidad, con el alza relativamente acelerada de los precios, las expectativas inflacionarias se incrementan, asunto este que concierne a la vida del pueblo, compromete la situación en su conjunto y afecta a la estabilidad. Se impone considerar la estabilización del nivel general de los precios como la tarea primordial del macrocontrol y poner en pleno juego las condiciones favorables, como la mayor oferta que demanda del conjunto de los principales productos industriales, las existencias suficientes de cereales y las reservas de divisas relativamente holgadas, en un esfuerzo por eliminar la influencia negativa de la inflación importada y la estructural, absorber la presión ejercida por el alza de los costos de los factores de producción, orientar de modo acertado las expectativas del mercado y frenar resueltamente la tendencia alcista de los precios. Tenemos que intensificar de modo integral el control, la supervisión y la administración de los precios, recurriendo principalmente a los medios económicos y jurídicos, y, auxiliarmente, a los medios administrativos necesarios. Primero: hemos de controlar de manera efectiva la liquidez en el mercado, conteniendo así los factores monetarios que promueven un alza excesiva de los precios. Debemos manejar apropiadamente la oportunidad, el ritmo y la intensidad del reajuste de los precios de las mercancías y los servicios bajo administración gubernamental. Segundo: desarrollar enérgicamente la producción y garantizar la producción y el suministro de los principales productos agrícolas, los artículos de primera necesidad y los medios de producción importantes. Es indispensable poner en práctica el sistema de responsabilidad de los gobernadores provinciales por el Programa Bolsa del Arroz y el de los alcaldes por el Programa Canasta de las Verduras. Tercero: reforzar la construcción del sistema de circulación de los productos agrícolas, llevando a cabo activamente la “conexión directa entre el agricultor y el supermercado” y manteniendo expedito un “canal verde” para el transporte de productos agrarios frescos y vivoseccionaremos el sistema de reserva de mercancías importantes y el de adquisición y almacenamiento temporal de los principales productos agrícolas, manejaremos bien la oportunidad de la regulación mediante el aumento y la reducción de las reservas estatales, reajustaremos como es debido las importaciones y exportaciones, y aumentaremos la capacidad de control sobre el mercado. Cuarto: intensificar la supervisión y la administración de los precios y salvaguardar el orden del mercado. En lo tocante a los precios, reforzaremos, en particular, la aplicación de la ley, investigando y sancionando con rigor las especulaciones maliciosas, las confabulaciones para elevar los precios, las subidas desbocadas y otras acciones ilícitas. Quinto: perfeccionar el sistema de subvenciones, establecer y complementar un mecanismo de coactuación que vincule la cuantía de la asistencia y la seguridad social con el alza de los precios, y no tolerar en absoluto que el aumento de los precios afecte a la vida normal de las masas con rentas bajas.