Niños jugando en la calle
En estas circunstancias, el sistema de seguridad social decide la situación de vida de la gente. En el caso de Macao, este sistema está relativamente perfeccionado y el pueblo no tiene grandes preocupaciones, de modo que sus habitantes se sienten tranquilos y relajados, y no sienten de la misma forma la presión de la sociedad. La situación del empleo de Macao es estable, ya que sólo los casinos ofrecen unos 100.000 puestos de trabajo, con un buen salario. Por otro lado, el gobierno protege el empleo de los habitantes locales en algunos sectores, y los macaenses casi no tienen que preocuparse por el desempleo, y viven y trabajan felizmente.
Los altibajos, los dolores y las alegrías en los casinos de Macao no tienen nada que ver con sus ciudadanos, quines sólo son relajados espectadores de las mesas de juego. Los admiro, porque ante la constante visión de una vida de lujo y disipación, ellos pueden decir con tranquilidad que esa es una vida de tontos.