Cuando nos encontramos con una ciudad espléndida, a veces nos resulta difícil tomarle el pulso. Macao es este tipo de ciudad, brillante y con una variada vida nocturna. Ni siquiera el conocido centro histórico de la ciudad es bastante para hacerle a uno sentir que esto es todo de Macao.
Entonces, ¿donde está el pulso de Macao? Tras días y días de viaje y conversaciones, he empezado a encontrarlo en un lugar insospechado: el pulso de Macao está en la felicidad.
Todo el mundo pregunta: ¿qué es la felicidad? Cada uno tiene su propia visión y expectativas de la felicidad. Mi respuesta es que la felicidad proviene de una sensación de seguridad y satisfacción del corazón. Ambas cosas son muy evidentes en Macao, y se ven muy pocas caras comidas por la preocupación, fatigadas o bajo los efectos del estrés y la presión. Nunca se perciben expresiones detestables ni miradas codiciosas. En lo que respecta al tema de la satisfacción, unos miles de patacas distribuidos por el gobierno al año ya pueden satisfacer a todos los macaenses.
Sin embargo, no puedo dejar de preguntarme: ¿De dónde viene su sentido de seguridad? ¿Por qué se sienten satisfechos tan fácilmente? Una sola vuelta en la ciudad te da pistas del por qué: La mayor parte de los edificios de Macao no son casinos, sino catedrales y templos. En Macao hay más de 20 grandes catedrales católicas y más de 40 templos. Para una tierra menos de 30 kilómetros cuadrados, es una cifra sorprendente, y se encuentran los templos y catedrales casi en todos los rincones de la ciudad.
Las iglesias de Macao son pequeñas, pero la religión es siempre atractiva y conmovedora. En la famosa catedral, la fina expresión de una estatua queda resaltada por la iluminación y da una imagen realmente conmovedora.
El fino gesto de la estatua es conmovedor