Posición y papel de China en la lucha antiterrorista |
China apoya y participa activamente en la cooperación antiterrorista internacional, sostiene que el antiterrorismo debe ser enfrentado sobre la base de objetivos definidos, distinguiendo lo superficial de lo esencial y poniendo a un lado las políticas de doble rasero, y se opone a cualquier vinculación entre antiterrorismo con etnia y religión específicas, todo lo cual le ha granjeado el reconocimiento de la comunidad internacional. En cuanto a los problemas cadentes, China aboga por el apego a la paz como principio básico, así como la solución pacífica de los conflictos mediante negociaciones en pie de igualdad; apoya el desempeño sin cortapisas del importante papel de la ONU y del Consejo de Seguridad en la salvaguarda de la paz y la seguridad internacionales; el establecimiento del nuevo concepto de seguridad de la confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad y la coordinación, la promoción de la confianza mediante el diálogo y la búsqueda de la seguridad común mediante la cooperación. Partiendo de la estabilidad de la situación internacional y regional, China persiste en la solución política del problema de Irak dentro del marco de la ONU, y durante el período de la presidencia de China, el Consejo de Seguridad aprobó unánimemente la Resolución 1441, salvaguardando la autoridad de la ONU. China participa activamente en el proceso de paz del Medio Oriente, para lo cual envió un embajador extraordinario al Medio Oriente, lo que fue reconocido tanto por los países de la región como la comunidad internacional. En la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores sobre Lucha Antiterrorista del Consejo de Seguridad de la ONU, celebrada el 20 de enero de 2003, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Tang Jiaxuan, señaló en su discurso que ha pasado más de un año desde los atentados terroristas del 11 de septiembre, sin embargo, hechos como la explosión en la discoteca de la isla de Bali, en Indonesia, o el inhumano secuestro de los asistentes al Teatro de Moscú y el ataque repentino en Mombasa, Kenia, demuestran que la tragedia humana causada por el terrorismo está lejos de terminar. Todo ello ha profundizado la atención que el mundo depara al terrorismo y a la amenaza a la seguridad del ser humano, aumentando la vehemente demanda de cooperar en el empeño antiterrorista. China es uno de los países que sufren del flagelo del terrorismo.
La fuerza terrorista del Turkestán Oriental, que por
largo tiempo se ha confabulado con la organización al-Qaeda,
ha llevado a cabo actividades violentas en Xinjiang, China y Asia Central,
amenazando seriamente la paz y la seguridad de dicha región. Según
se desvelan de manera constante los crímenes cometidos por dicha
fuerza terrorista, se suman más países a los que comprenden
la naturaleza terrorista de la organización del Turkestán
Oriental, por lo que simpatizan y apoyan de manera creciente las
acciones de respuesta del Gobierno chino. En septiembre de 2002, el Consejo
de Seguridad incluyó al Movimiento Islámico de Turkestán
Oriental en la lista de organizaciones terroristas, demostrando
el repudio mundial a dicha organización. El Gobierno chino desea
cooperar con las partes concernientes para atacar efectivamente a la fuerza
terrorista de Turkestán Oriental, garantizar la vida
pacífica y segura de las diversas etnias de China y salvaguardar
la paz y la estabilidad de la región. |