Por otro lado, el informe detectó asimismo que las actitudes discriminatorias hacia los seropositivos se extienden a gran parte de los profesionales de la salud, cargos públicos y profesores. Además, en la mayoría de ocasiones, los pacientes denuncian que han sido los profesionales sanitarios los que han filtrado su condición de seropositivo a otros funcionarios locales y a los vecinos, a pesar de que este tipo de información está considerada como confidencial y según la ley para la prevención y control del SIDA aprobada en el año 2006 no puede ser divulgada.
Este tipo de filtraciones, capaces de arruinar la vida de la persona afectada, generan una gran desconfianza por parte de los potenciales pacientes. Como consecuencia, el 12% de los encuestados dijo haber rechazado recibir asistencia médica al menos en una ocasión tras detectársele la enfermedad, y otros muchos dicen haber rechazado acudir a los servicios de planificación familiar o reproductiva. Lo que es más aún, hasta el 17% de los encuestados asegura que los profesionales sanitarios a los que acudieron les aconsejaron no tener hijos, mientras que en algunos casos incluso se les había presionado para que interrumpieran sus embarazos o para que se esterilizaran.
Por ello, las campañas educativas y de sensibilización son esenciales no sólo para una mejor prevención de la enfermedad, sino también para derribar prejuicios existentes entre la población, los cuales dificultan aún más si cabe la complicada situación en la que viven las personas portadoras del virus. En este sentido, la labor de la veintena de organizaciones no gubernamentales que operan en este campo en China, como por ejemplo el Instituto de Educación para la Salud Aizhixing de Beijing, Médicos sin Fronteras o la Cruz Roja de China, está obteniendo cada vez más el reconocimiento de los poderes públicos, ya que se está convirtiendo en uno de los pilares de la lucha contra el SIDA. Por otro lado, la reciente incorporación a las campañas de figuras del cine o el deporte muy populares en el país, como el jugador de la NBA Yao Ming, suponen también un gran avance en la lucha contra el rechazo social hacia la enfermedad.