Una investigación revela que el té negro puede disminuir la tasa de incidencia de la apoplejía y la enfermedad cardiaca, enfermedades de alta tasa de incidencia en invierno. Por eso, los ancianos que padecen enfermedades cardiovasculares pueden tomar el té negro en invierno para calentar el cuerpo y prevenir las enfermedades. Además, enjuagar la boca con el té negro o tomar el té negro pueden prevenir el enfriamiento. Esta variedad de té tiene un efecto peculiar para prevenir la osteoporosis y reducir la incidencia del cáncer dérmico.