Además de la protección de la salud, el qigong también puede curar enfermedades. Si el paciente quiere tomar el qigong como un método auxiliar del tratamiento, debe optar por distintos tipos de qigong conforme a su enfermedad. Por ejemplo, los pacientes de gastroenteritis o de úlcera gástrica pueden practicar el qigong de nutrición endémica; los pacientes de tumor pueden elegir el qigong de caminata, el nuevo qigong de Guo Lin, el qigong de autocontrol, etc.; los enfermos de hipertensión, neurastenia y de dolores pueden practicar el qigong de relajamiento. Los enfermos que guardan cama pueden elegir el qigong de reforzamiento para nutrir y tonificar la energía vital; los que padecen de dolores de cuello y hombro pueden optar por el qigong aromático para agilizar los movimientos de esta parte.