2. República Checa:
En Nochebuena los checos colocan pequeñas velas en diminutos barcos hechos de cáscara de nuez y los ponen a flotar en un tazón grande lleno de agua. Dicen que la trayectoria del barco permite adivinar el futuro del dueño y que mientras más perdure la llama de la vela, más feliz vivirá quien la prendió. Si el barco se queda parado en el borde del tazón, significa que su dueño no saldrá de la casa.
|