La Region Autónoma Uygur de Xinjiang tiene uno de los mejores potenciales turísticos de China, y en los últimos años, además, la región ha hecho importantes esfuerzos para desarrollar el turismo, beneficiando con ello a miles de agricultores y ganaderos locales.

La temporada alta para el turismo está a punto de llegar a la zona paisajística del condado de Bu’erjin, y las mujeres kazajas que habitan la región están especialmente ocupadas bordando para afrontar el esperado incremento de las ventas de objetos tradicionales a los visitantes. Aunque las mujeres de esta etnia son por tradición muy aptas para el bordado, no lo son para los negocios, por lo que, con el fin de explotar los recursos del turismo, se han asociado para crear los diseños y organizar la venta de souvenirs de manera conjunta. Sus artesanías han ganado ya varios premios nacionales, e incluso una patente nacional, y muchos comerciantes han venido de otras regiones del país y también del extranjero para comprar sus productos.

Más de diez mil campesinos y ganaderos de esta zona se han visto envueltos en el negocio turístico, y los ingresos derivados del turismo representan ya un tercio de los ingresos anuales por habitante en el condado. Sin embargo, la expansión de la industria turística ha traído también algunos problemas, como la masificación de los espacios y la contaminación.

Con el fin de proteger los recursos, la oficina de turismo local se ha visto obligada a cerrar varios merenderos temporales diseminados por el área protegida, y también ha invitado a los expertos internacionales en protección medioambiental a evaluar la situación y proporcionar ideas para su conservación. En lo que respecta a los habitantes de la zona, se están llevando también a cabo acciones dirigidas a educar en la protección y respecto al entorno en el que viven.