9. Gato, con alta adaptabilidad
Igual como el caso del perro, algunos dueños también adiestran a sus gatos a sentarse, dar vuelta y atravesar el aro. Recurriendo a un entrenamiento intensivo con incentivo, el gato también puede dominar estas acciones mediante la observación y el simulacro. Aunque este adiestramiento es más difícil que el del perro, no significa que el gato sea más tonto que el perro. Especialistas subrayan que el gato es un animal diferente de los demás y prefiere vivir solo. Su movimiento es impulsado por las necesidades de la subsistencia.