Un modelo pintado posa de una manera inusual, agregando un elemento único al colorido estilo. |
Algunos artistas incursionan en el óleo y el lienzo, mientras otros prefieren la escultura en piedra o tomar fotos. Sin embargo, una pintora británica residente en Beijing tiene una propuesta diferente. “Me gusta tomar la personalidad de las personas y darles un giro hacia algo nuevo a través de la pintura del cuerpo. Para cambiar su apariencia, puedo crear una contradicción entre su imagen y personalidad que es excitante y desafiante”, afirmó Nina Griffee, de 23 años. Griffee es una de las pocas artistas en Beijing que enfoca su trabajo en el arte de pintar el cuerpo. La joven, originaria de Bristol, en el Reino Unido, vino a la capital china para cumplir el viejo sueño de explorar Asia. “Siempre quise pasar un tiempo de mi vida aquí y estuve en Japón desde que tenía 12 años, por lo que es natural para mí haber terminado en Beijing”. Aunque ella fue una artista apoyada en el Reino Unido, vivir en Beijing le ha permitido trabajar más cerca con profesionales y desarrollar su obra. “Originalmente me preparé pintando rostros en Gran Bretaña y a partir de ahí me fui introduciendo en pintar el cuerpo”. A Griffee le interesa señalar que el retrato y la pintura del cuerpo “no son un maquillaje. Realmente, no es a lo que me dedico”, sino que prefiere separar la disciplina artística. Sin embargo, fue su trabajo con la pintura de la cara de su jefa lo que la introdujo en la pintura corporal. “Ella preguntó si yo quería ser modelo y ser pintada como Spirderwoman. Desde que vi inmediatamente cómo podría hacerlo yo misma, realmente me inspiró”, comentó. Después de algunas sesiones de modelado, ella consiguió que su jefa le enseñara las técnicas de pintura corporal. Desde entonces Griffee ha trabajado con otros pintores de cuerpo en Gran Bretaña y ha visto cómo podría desarrollarse en ese negocio. Son esas cosas las que ha llevado a cabo desde que llegó a Beijing. |