Jóvenes de la etnia Qiang mientras practican un juego tradicional.
Cuatro municipios de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, han solicitado recientemente que uno de sus festivales tradicionales se incluya en la lista de patrimonio cultural intangible mundial de la UNESCO. De conseguirlo, este estatus contribuiría en gran medida a preservar lo que queda de una antigua cultura en vías de extinción.
En enero de este año, la minoría qiang de las regiones de Beichuan, Maoxian, Lixian y Wenchuan solicitó a la organización internacional que ayudara a la supervivencia de su tradicional Festival Qiang Nian, que correspondería al año nuevo del citado pueblo.
El festival se celebra a partir del primer día del décimo mes lunar según el calendario tradicional chino y dura normalmente de tres a cinco días, aunque en algunos poblados la celebración se extiende a diez días o más de banquetes y bailes. Durante el festival, de acuerdo con las costumbres de los qiang, se realizan actividades tales como la ofrenda de sacrificios al dios del Cielo, al dios de la Montaña y al dios del Pueblo, normalmente presididas por un chamán.
El habitante más anciano del poblado es el encargado de abrir las vasijas de vino de fabricación local. Las canciones que se interpretan son sobretodo duetos de carácter romántico, y los bailes se llevan a cabo colectivamente, se acompañan de varios instrumentos locales, como las flautas, tambores y gongs. Normalmente, decenas de personas participan de los bailes, creando una atmósfera muy animada. Además de bailar, la gente joven también participa en diversas actividades deportivas, como una competición consistente en empujar un palo de madera, que supone para el ganador un regalo en forma de vino ofrecido por las muchachas que están contemplando la competición.