China manifestó ayer que el principio para que el gobierno central sostenga diálogo con el Dalai Lama no ha cambiado, y que consiste en que el Dalai Lama renuncie a su postura a favor de la independencia del Tíbet y cese por completo las actividades para separar a China.
"Sobre esa base, la puerta para el diálogo siempre está abierta", declaró ayer Qin Gang, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en una conferencia de prensa habitual.
"Si al Dalai Lama realmente le preocupa el Tíbet, esperamos que pueda ser consciente de la tendencia y realizar más acciones buenas que sean conducentes al beneficio de los tibetanos", expresó Qin.
Una vez más, los disturbios, destinados a dañar la estabilidad social, destruir la vida estable y armoniosa de la población local, socavar los Juegos Olímpicos de Beijing, sabotear la seguridad y la integridad territorial de un país soberano, pusieron en evidencia la naturaleza sectaria del Dalai Lama, afirmó Qin.
Qin mencionó que los programas de televisión han mostrado claramente que lo ocurrido en Lhasa no fue una protesta pacífica, sino crímenes violentos que incluyeron el asesinato de gente inocente, incendios premeditados, robo, destrozo de comercios, escuelas y bancos. Todos esos actos han sido condenados enérgicamente y rechazados firmemente por la gente de todas las nacionalidades que viven en el Tíbet.
"Si fueran tolerados, ¿existirían leyes, derechos humanos y justicia verdaderos? Los criminales están condenados a ser enjuiciados y castigados de acuerdo con la ley", sentenció Qin.
Sin embargo, el vocero señaló que en el proceso de enfrentamiento de los disturbios en Lhasa, el gobierno regional autónomo y el personal judicial locales ejercieron una gran moderación y no llevaron consigo ni utilizaron armas que pudieran herir o matar a alguien.
Cualquier país justo y sin prejuicios entenderá y apoyará la forma en que los departamentos chinos correspondientes manejaron los disturbios, afirmó Qin.
Qin señaló que la serie de actividades públicas de la camarilla del Dalai, tanto en el país como en el extranjero, mostró por sí misma que ellos están relacionados con los disturbios.
"No podemos creer simplemente en lo que ha dicho el Dalai Lama, sino que debemos de ver lo que realmente ha hecho", comentó Qin, quien agregó que el Dalai Lama debe repensar lo que ha hecho en realidad y esforzarse por crear condiciones para el diálogo con el gobierno central.
Los hechos, los cuales no serán distorsionados ni encubiertos, mostrarán más evidencia conforme avancen las investigaciones, prometió el vocero de la cancillería china.
China está "seriamente preocupada" por las declaraciones del primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, sobre su disposición a reunirse con el Dalai Lama, señaló Qin.
China demandó enérgicamente al Reino Unido a que reconozca completamente el ‘verdadero rostro' del Dalai Lama y que no le brinde ningún apoyo en ninguna forma ni a sus actividades secesionistas, afirmó Qin.
Asimismo, Qin añadió que los medios de comunicación extranjeros están muy preocupados por los disturbios, y que han escrito una amplia variedad de material periodístico, algunos de los cuales son muy objetivos, pero otros que distorsiona seriamente los hechos y lo ocurrido realmente.
China espera que los medios de comunicación, ya sea que sus periodistas estén en el lugar o fuera del área, puedan respetar la verdad, mantener en alto los principios profesionales de la cobertura periodística e informar sobre los disturbios de una forma "objetiva, justa y responsable".
Qin expresó que China entiende completamente la necesidad e interés de los medios de comunicación y de los periodistas extranjeros por cubrir las noticias sobre la situación en el Tíbet, y que se está preparando el trabajo de organización de los periodistas extranjeros para que informen en Lhasa.
Qin informó que la ciudad básicamente ha recuperado el orden.