Durante largo tiempo, la agricultura y la ganadería fueron sectores predominantes del Tíbet. Hasta comienzos de la década de los 90 del siglo pasado, el sector primario seguía ocupando una posición importante en el desarrollo económico de la región. A comienzos de este siglo, el Tíbet potenció la reestructuración industrial, definiendo como nuevos puntos de crecimiento los sectores dotados de características de meseta, a saber, el turismo, la medicina tibetana y el procesamiento de productos agrícolas y ganaderos, lo que promovió un desarrollo económico continuado, rápido, coordinado y sano. Según estadísticas, en 2005, el valor global de la producción regional del Tíbet llegó a 25.060 millones de yuanes, siendo aproximadamente 200 veces el registrado antes de la liberación pacífica y, calculado a precios constantes, aumentó en 12,2% frente a 2004. De ese total, el valor agregado del sector primario fue de 4.787 millones de yuanes, 4,8% más; el del sector secundario, 5.945 millones de yuanes, 13,5% más; y el del sector terciario, 14.328 millones de yuanes, 14,9% más. En cinco años consecutivos, la economía tibetana mantuvo una velocidad de desarrollo superior al 12%, cifra más alta que el promedio nacional. En 2005, el PIB per cápita del Tíbet ascendió a 9.098 yuanes, con un incremento de 10,8%. Visto en perspectiva, el Tíbet se encuentra en el mejor y más estable período de su desarrollo, pasando de un desarrollo acelerado a uno de saltos, y de la estabilidad fundamental al mantenimiento de un orden y una paz duraderos.
En los 5 años venideros, la región autónoma, explotará adecuadamente sus recursos y potencial de desarrollo, a la luz de las demandas de la explotación optimizada, señalando prioridades, límites y prohibiciones, tras lo cual reajustará y mejorará en mayor medida la distribución de la productividad, construyendo el centro de su zona económica en Lhasa, Xigaze, Shannan, Nyingchi, la cabeza de su zona económica del este en Qamdo y el pilar de su zona económica del oeste en Ngari, a fin de formar una nueva configuración de desarrollo regional peculiar. Se esforzará porque en 2010 el PIB de la región aumente en 12% anualmente, los ingresos netos per cápita de los campesinos y ganaderos se incrementen en 13% y el PIB por persona se ajuste a la media del país.
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