En 2005 las ventas minoristas de artículos de consumo en el mercado totalizaron 7.311 millones de yuanes, con un aumento de 15,7% sobre el año anterior. De esta suma, las ventas al detalle en las ciudades fueron de 3.301 millones de yuanes, con un aumento de 17,8%; y las ventas al detalle en los distritos y niveles inferiores, 4.009 millones de yuanes, con un incremento de 14%. En términos de sector, el volumen del comercio mayorista y minorista fue de 5.920 millones de yuanes, con un aumento de 15,9%; el comercio minorista del sector de hostelería y restauración, 1.238 millones de yuanes, con un incremento de 12,5%; y el comercio minorista de los otros sectores, 153 millones de yuanes, con un ascenso de 40,4%. Dentro del comercio mayorista y minorista por encima de las cuotas establecidas, las ventas de alimentos, bebidas gaseosas y alcohólicas y cigarrillos aumentaron en 15,7%; las de ropa, zapatos, gorros y géneros de punto y textiles, en 1,8 veces; las de derivados de petróleo, en 33,5%; las de vehículos motorizados, en 33,3% y las de oro, plata y joyas, en 31,1%.
Según estadísticas, en 2005, el nivel de precio de consumo de los habitantes tibetanos ascendió en 1,5% sobre el año anterior. De esa suma, el de las ciudades aumentó en 1,5%, el del campo, en 0,9%; el de servicios, en 2%; el de artículos de consumo, en 1,4%. Dentro de los diversos artículos de consumo, la magnitud de viviendas y de cigarrillos y bebidas y artículos de uso relacionados se incrementó notablemente, en 6,7% y 2,2%, respectivamente; los precios de otros artículos se subieron un poco o permanecieron iguales. Los precios al por menor ascendieron en 0,8% y los precios de los medios de producción agrícola se elevaron en 0,6%.
Con el establecimiento del sistema de economía de mercado socialista, el sector logístico, con volumen de mercancías cada ves más grande, jugó un papel infaltable en la conexión de los sectores, la fomentación de la producción, la orientación del consumo y absorción de empleos. Los mercados distribuidos en toda la región autónoma pudieron satisfacer las necesidades de producción y vida de los habitantes urbanos y rurales, sobre todo los mercados de múltiples funciones de negocios, distribución de mercancías, información y servicios se convirtieron gradualmente en canales importantes que hacían puente entre la producción y la demanda y entre las ciudades y el campo. Según estadísticas incompletas, en el Tíbet, había 129 mercados de diversas mercancías, con un volumen de negocios anual de 2.400 millones de yuanes; 98 mercados de artículos de consumo, con un volumen de negocios anual de 1.900 millones de yuanes; 31 mercados de medios de producción, con un volumen de operaciones de 500 millones de yuanes. Entre estos mercados, 6 logró comercializarse al año por más de 100 millones de yuanes cada uno y 8, por más de 50 millones de yuanes, por separado. Al supervisar los mercados, los artículos de primera necesidad fueron suficientes, realizando la transformación del mercado vendedor al comprador.
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