Ya antes de nuestra era, los
antiguos empezaron a habitar en la meseta Qinghai-Tíbet, China.
Después de un largo periodo de tiempo, las tribus diseminadas en la
meseta se unieron paulatinamente para formar su etnia, conocida hoy
como el grupo étnico tibetano.
Al cabo de las sucesivas guerras en
el periodo de la dinastía Tang (618-907), los tibetanos forjaron
relaciones íntimas con la corte de Tang a través de matrimonios.
Luego, empezaron a tener lazos comerciales con las planicies
centrales en el periodo de la dinastía Song (960-1279) mediante el
trueque de caballos por el té. Posteriormente, China, país
multiétnico, se reunificó durante la dinastía Yuan (1206-1368), con
la inclusión oficial del Tíbet en el territorio nacional. Más
tarde, la dinastía Ming (1368-1644) nombró príncipes a muchos
líderes tibetanos y les dio feudos en la región, y después, la
dinastía Qing (1644-1911) respaldó a la Secta Amarilla del Tíbet
para consolidar su territorio. Desde la mitad del siglo XIX, el
Tíbet experimentó más cambios en tiempos moderno y
contemporáneos.
Reino de
Tubo
En los albores del siglo VII se
fundó la poderosa dinastía Tang en las planicies centrales,
poniendo fin a la situación de desintegración y caos que había
prevalecido en dichas planicies por más de 300 años. Mientras
tanto, el líder de Tubo, Songtsan Gambo, aunó a una docena de
tribus separadas para establecer el Reino de Tubo, el cual cubría
una buena parte de lo que es hoy el Tíbet. En 641 recibió y se casó
con la Princesa Wencheng, miembro de la familia imperial de Tang,
de manera que las relaciones políticas, económicas y culturales
entre ambas partes se volvieron muy amistosas y amplias, sentando
así cimientos sólidos para el “parentesco permanente de yerno a
suegro” entre Tubo y Tang en los próximos más de 200 años.
En 821 el Rey de Tubo, Tri
Ralpachen, mandó enviados a Chang'an, capital de la dinastía Tang,
en tres ocasiones, para pedir alianza. Muzong, entonces Emperador
de Tang, designó a altos funcionarios para celebrar una grandiosa
ceremonia de alianza en el suburbio occidental de Chang'an. El año
siguiente, la dinastía Tang y el Reino de Tubo suscribieron un
pacto de alianza en el suburbio oriental de Lhasa. Las dos partes
reiteraron sus vínculos estrechos gracias al matrimonio y
decidieron tratarse mutuamente como miembros de familia. El
acontecimiento fue registrado en tres Monumentos de Alianza
Tang-Tubo, uno de los cuales sigue en pie delante del Monasterio
Jokhang en Lhasa.
En 842, cuando se desmembró el Reino
de Tubo por la rivalidad entre los miembros de la familia real, las
diversas tribus y los generales, el Tíbet se hundió en luchas
intestinas de más de 400 años de duración. Gimiéndose bajo el
impacto de los conflictos bélicos sobre el desarrollo económico y
cultural, los habitantes de la meseta del Tíbet esperaban con ansia
el surgimiento de un régimen fuerte en las planicies centrales que
pudiera acudir en su salvación. Y aquellos que no pudieron soportar
los sufrimientos huyeron a las zonas en lo que son hoy las
provincias de Gansu, Qinghai, Sichuan y Yunnan.
Dinastía Yuan
(1271-1368)
A inicios del siglo XIII, el líder
del pueblo mongol, Gengis Kan, fundó el Kanato Mongol en el norte
de China. En 1247 el Príncipe mongol Godan invitó a Pandit Gonggar
Gyamcain, monje eminente de la Secta Sagya de gran influencia sobre
el budismo en la meseta del Tíbet, a entrevistar con él en
Liangzhou (hoy Wuwei en la provincia de Gansu). Pandit Gonggar
Gyamcain estuvo de acuerdo para someter el Tíbet al Kanato mongol y
aceptar el sistema de administración local propuesto. Así, se creó
el poder político de la Secta Sagya en el Tíbet. En 1271 los
mongoles vencedores denominaron Yuan a su dinastía. En 1279, al
culminar la reunificación de China, las nuevas autoridades
centrales convirtieron el Tíbet en una entidad administrativa bajo
su gobernación directa.
En consideración de las
características concretas de las tradiciones históricas, la
situación social, el medio natural y geográfico, los grupos étnicos
y la religión del Tíbet, la Corte de Yuan adoptó una serie de
medidas especiales para la administración de la región, diferentes
de las aplicadas en las otras zonas administrativas.
Primero, en 1270, el Emperador
Kublai Kan de Yuan confirió el título oficial de Tutor Imperial a
Pagba, lama tibetano dirigente de la Secta Sagya. Era un cargo
oficial de monje más elevado en la historia china. En lo sucesivo,
el Tutor Imperial se convirtió en un funcionario de alto rango de
las autoridades centrales nombrado directamente por el emperador,
para hacerse cargo de los asuntos del budismo en todo el país y de
los asuntos locales del Tíbet.
Segundo, a poco de la fundación de
la dinastía Yuan se estableció el Zongzhi Yuan para asumir la
responsabilidad por los asuntos del budismo en toda la nación y por
los asuntos militares y gubernamentales del Tíbet. En 1288 su
nombre se cambió por el de Xuanzheng Yuan. Habitualmente, el Primer
Ministro fungía de presidente ejecutivo del Xuanzheng Yuan de modo
concurrente, y un monje nombrado por el Tutor Imperial asumía el
puesto de vicepresidente. Así, es la primera vez en la historia
china que un órgano central especialmente instituido se hacía cargo
de los asuntos del Tíbet.
Tercero, el Tíbet fue dividido en
zonas administrativas diferentes, y los funcionarios de diversos
rangos fueron nombrados para consolidar la administración, con el
Tutor Imperial asumiendo la responsabilidad general.
Desde la incorporación del Tíbet al
territorio nacional por la dinastía Yuan en el siglo XIII, China
vio ascensos y caídas de varias dinastías y cambios sucesivos en
las autoridades centrales. Sin embargo, esto no alteró en ningún
sentido la administración del Tíbet por el Gobierno Central.
Dinastía Ming
(1368-1644)
En 1368 la dinastía Ming sustituyó a
la dinastía Yuan. Ming abolió el sistema del Xuanzheng Yuan como
órgano central encargado de los asuntos del Tíbet y dejó de
conferir el título oficial de Tutor Imperial a monjes tibetanos.
Empero, los gobernantes de Ming introdujeron un nuevo sistema de
concesión de títulos de funcionario a ellos. El funcionario monje
de rango más alto se llamaba Príncipe del Dharma, quien difería del
Tutor Imperial de la dinastía Yuan. No tenía oficina en Beijing, ni
poder de gobernar los asuntos budistas en todo el país, ni tampoco
feudo fijo. En esencia era un título honorario. Aunque sus rangos
eran diferentes, los Príncipes del Dharma no podían ejercer control
unos sobre los otros, ni tomar las riendas de la administración.
Obedecían directamente al Gobierno Central.
Al heredar el sistema de
administración de Yuan, el Gobierno Central de Ming creó
administraciones locales en el Tíbet para gobernar los asuntos
militares y políticos, respectivamente, del Tíbet anterior y
posterior, de la zona de Qamdo y de la zona de Ngari.
Dinastía Qing
(1644-1911)
Después de reemplazar a Ming en
1644, el Gobierno Central de la dinastía Qing introdujo una serie
de reglamentos y regímenes estrictos para gobernar el Tíbet. Como
eran de carácter legal, resultaron muy efectivos.
Primero, crear por ley la zona
administrativa del Tíbet. Al dividir el país en zonas
administrativas, el Gobierno de Qing definió por medio de
reglamentos legales las fronteras de la zona administrativa del
Tíbet con Yunnan, Sichuan, Qinghai y Xinjiang. El área de la zona
administrativa del Tíbet (entonces llamada U-Tsang) era equivalente
a la actual región autónoma del Tíbet.
Segundo, decidir los sistemas
político y administrativo y la forma de organización del poder
político local del Tíbet. Los Estatutos del Tíbet Decididos por el
Emperador, promulgados en 1793 por el Gobierno de Qing, y el Código
Legal del Gran Qing estipulaban explícitamente que en el Tíbet, el
Dalai Lama y el Panchen Erdeni estaban a cargo de los asuntos
religiosos y de algunos asuntos gubernamentales en las zonas de
Lhasa (Tíbet anterior) y Xigaze (Tíbet posterior), por separado. No
estaban subordinados uno al otro, mientras que el Alto Comisionado
de la Corte de Qing acreditado en el Tíbet tomaba las riendas de la
administración de todo el Tíbet.
Tercero, conferir títulos oficiales
a los líderes religiosos del Tíbet. En 1653 el Gobierno Central
otorgó al Dalai Lama V el título de "Dalai Lama Omnisciente y
Mantenedor del Vajra", y en 1713, al Panchen V el título de
“Panchen Erdeni”. Acto seguido, esto se convirtió en una práctica
establecida para todos los Dalai Lamas y Panchen Erdenis
subsiguientes, cuyos títulos debían ser conferidos por las
autoridades centrales.
Cuarto, en prevención de que los
líderes religiosos procuraran intereses personales abusando de su
posición y autoridad o expandieran sus fuerzas, el Gobierno Central
introdujo en 1793 un nuevo sistema de determinación de la
reencarnación de los Budas Vivientes difuntos mediante el sorteo de
fichas de una urna de oro, para erradicar el anterior mal de que el
Dalai Lama, el Panchen Erdeni y el Gran Lama decidían sus sucesores
por sí mismos. Así, este sistema devino el único aceptable para
elegir un sucesor del Dalai Lama, el Panchen Erdeni o el Gran Lama.
Según el sistema, las fichas con nombres escritos de niños
candidatos se guardaban en una urna dorada, se echaba la suerte
bajo la supervisión del Alto Comisionado, y el nombre elegido era
designado niño de la reencarnación: sucesor del Dalai Lama, el
Panchen Erdeni o el Gran Lama. El sucesor seleccionado no podía ser
heredero legal hasta que fuera aprobado oficialmente por el
Gobierno Central de Qing. Esta fue una medida clave de la dinastía
Qing para fortalecer su administración de los asuntos religiosos en
el Tíbet y encarnaba su plena soberanía sobre la región.
República de China
(1912-1949)
China experimentó grandes cambios
históricos tras la Revolución de 1911, la cual derrocó a la
dinastía Qing y condujo a la fundación de la República de China en
1912. En el periodo de la República de China, ésta integró a los
grupos étnicos han, manchú, mongol, hui y tibetano. Aunque el poder
central cambiaba de mano con frecuencia, su política relacionada
con el Tíbet permaneció inalterada en cuanto a mantener la unidad
nacional y la soberanía sobre el Tíbet para salvaguardar la
integridad territorial.
Primero, se mantuvo la soberanía
estatal sobre el Tíbet mediante la aprobación de leyes y la
publicación de documentos oficiales. El Artículo 3 del Programa
General de la Constitución Provisional de la República de China
estipulaba que el Tíbet era una de las 22 provincias de la
República de China. Esto legalizó la autoridad del Gobierno de la
República de China sobre el Tíbet. Las estipulaciones concernientes
al Tíbet en la Constitución de la República de China promulgada más
tarde recalcaban que el Tíbet era parte inalienable de territorio
chino y que el Gobierno Central de China ejercía soberanía sobre
él.
Segundo, se establecieron el Consejo
de Asuntos Mongoles y Tibetanos y la Comisión Encargada de los
Asuntos Mongoles y Tibetanos. Fundado en 1912, el Consejo estaba
directamente subordinado al Consejo de Estado en calidad de órgano
del Gobierno Central a cargo de los asuntos mongoles y tibetanos.
En 1914 cambió el nombre por el de Comisión de Asuntos Mongoles y
Tibetanos. En 1927 la República de China trasladó su capital a
Nanjing, ahora capital de la provincia de Jiangsu, donde se fundó
el Gobierno Nacional. Poco después, el Gobierno Nacional anunció
oficialmente el establecimiento de la Comisión Encargada de los
Asuntos Mongoles y Tibetanos. La Comisión tenía entre miembros a
personas de mucha influencia en las zonas mongolas y tibetanas
tales como el Panchen Erdeni IX y el Dalai Lama XIII y a
representantes del gobierno tibetano acreditados en Nanjing como
Gongjor Zongnyi, Zhamgyia Hutogtu y el afamado Gran Maestro Xeirab
Gyamco, quien fungía de vicepresidente de la Comisión.
Tercero, se otorgaron títulos
honoríficos adicionales al Dalai Lama y el Panchen Erdeni, y se
presidieron las ceremonias de reencarnación y entronización de
aquéllos. A inicios de la República de China, el Dalai Lama XIII,
quien había sido destituido de su título honorífico por el Gobierno
de Qing y se había ido a la India, expresó al Gobierno de la
República de China su deseo de retornar al Tíbet. En vista de ello,
el 28 de octubre de 1912, el Presidente Interino Yuan Shi-Kai
anunció la restauración del título honorífico del Dalai Lama. Poco
después, el Dalai Lama XIII regresó al Tíbet. Con el fin de aliviar
las contradicciones internas entre el Dalai Lama y el Panchen
Erdeni, Yuan promulgó el 1 de abril de 1913 una orden para otorgar
un título honorífico adicional al Panchen Erdeni IX, en
reconocimiento de lo que éste había hecho para defender la unidad
de la patria.
En diciembre de 1933, cuando
falleció el Dalai Lama XIII, el gobierno local del Tíbet presentó,
según la práctica histórica, un informe ante el Gobierno Central.
Éste otorgó al difunto maestro el título honorífico adicional de
“Maestro Defensor del País” y envió a Huang Musong, Presidente de
la Comisión de Asuntos Mongoles y Tibetanos al Tíbet, para
manifestar las condolencias por su deceso. En 1938, bajo auspicios
del Príncipe Regente y Buda Viviente Razheng, se encontró al niño
Lhamo Toinzhub en Qinghai, y se lo acogió como reencarnación del
Dalai Lama XIII según los rituales religiosos y precedentes
históricos. En 1940, Wu Zhongxin, Presidente de la Comisión de
Asuntos Mongoles y Tibetanos, se dirigió al Tíbet para presidir, en
calidad de representante especial del Gobierno Central y junto con
el Regente Razheng, la ceremonia de entronización del Dalai Lama
XIV. En diciembre de 1937, cuando el Panchen Erdeni IX falleció en
Qinghai camino de regreso al Tíbet, el Gobierno Nacional le
concedió el título honorífico de “Maestro Defensor del País”. En
1938 el Gobierno Central envió a Dai Chuanxian, Presidente del Yuan
de Exámenes, a Garze para lamentar la muerte del Panchen Erdeni IX.
En 1949 el Gobierno Nacional mandó a su representante especial para
anunciar que Guanbo Cidai había sido escogido como Panchen Erdeni
X, y para asistir a las celebraciones en el Monasterio Tar en
Qinghai. En agosto, Guan Juyu, Presidente de la Comisión de Asuntos
Mongoles y Tibetano, fue enviado por el Gobierno Nacional a
presidir la ceremonia de entronización del Panchen Erdeni X en
Qinghai.
Cuarto, se llevó a monjes y
personalidades legas de la clase superior a participar en la
administración estatal. En el periodo de la República de China,
cuando se celebraba la Asamblea Nacional, siempre había diputados
tibetanos asistentes. Por ejemplo, desde el 15 de noviembre hasta
el 25 de diciembre de 1946, cuando se reunió la Asamblea Nacional
para elaborar la Constitución de la República de China, estuvieron
presentes 17 diputados por el Tíbet, incluyendo Tudain Sangpi y
Jijigmei.
República Popular China
(fundada en 1949)
El 1 de octubre de 1949 se proclamó
la República Popular China.
Liberación pacífica del
Tíbet en 1951. Después de fundada la República Popular
China, el Panchen Erdeni X (Qoigyai Gyamcain por nombre), uno de
los dos Grandes Budas Vivientes de la Secta Gelug (Secta Amarilla)
del budismo tibetano, cursó un telegrama al Presidente Mao Zedong y
el Comandan en Jefe del Ejército Popular de Liberación (EPL) Zhu
De, expresando su apoyo al Gobierno Popular Central y manifestando
su vehemente deseo de ver una pronta liberación del Tíbet. El 23 de
noviembre de 1949, el Presidente Mao Zedong y el Comandan en Jefe
Zhu De mandaron un cable de respuesta al del Panchen Erdeni X,
fechado el 1 de octubre. Más adelante, el Gobierno Popular Central
propuso la liberación pacífica del Tíbet a las autoridades locales
de la región en varias ocasiones y las preparó para este propósito
a través de diversos canales.
No obstante, las fuerzas
pro-imperialistas y secesionistas encabezadas por el Regente Daza
en el gobierno local del Tíbet desplegaron más de 8.000 hombres
entre efectivos de la fuerza principal del ejército tibetano y
milicianos en Qamdo y la ribera oeste del río Jinshajiang, en un
vano intento por bloquear por las armas el camino a la liberación
pacífica de la región. Pero pese a ello, el EPL liberó Qamdo el 24
de octubre. Justo en eso, el Gobierno Popular Central, al persistir
en el principio de liberación pacífica del Tíbet, ordenó al EPL
detener la marcha, en espera de que el gobierno local del Tíbet
enviara representantes a negociar en Beijing. Al mismo tiempo, la
Comisión de Asuntos Militares y Administrativos del Sudoeste y la
Zona Militar del Sudoeste promulgaron conjuntamente los Diez
Artículos de Acuerdo Común para la Liberación del Tíbet en tibetano
y chino. En enero de 1951, conmovidos e inspirados por la repetida
persuasión y la política del Gobierno Central, el Dalai Lama XIV y
el gobierno local del Tíbet expresaron el deseo de buscar
negociaciones de paz.
El 29 de abril de 1951, los
representantes plenipotenciarios del Gobierno Popular Central y los
del gobierno local del Tíbet comenzaron a negociar en Beijing. El
23 de mayo de 1951, después de alcanzar consensos en todos los
problemas importantes, se realizó con solemnidad en el Salón
Qinzhengdian de Zhongnanhai, Beijing, la ceremonia de firma del
Acuerdo del Gobierno Popular Central y el gobierno local del Tíbet
sobre las Medidas para la Liberación Pacífica del Tíbet (conocido
como Acuerdo de 17 Artículo). Después de firmado el acuerdo, el
Dalai Lama XIV envió un cablegrama al Presidente Mao Zedong, cuyo
texto decía: “El gobierno local del Tíbet y las masas monacales y
laicas tibetanas apoyan unánimemente el acuerdo para la liberación
pacífica del Tíbet, y bajo la dirección del Presidente Mao y el
Gobierno Popular Central ayudarán activamente a las tropas del EPL
a entrar en el Tíbet para consolidar la defensa nacional, expulsar
a las fuerzas imperialistas del Tíbet y salvaguardar la unidad
territorial de la patria”. El Panchen Erdeni X también telegrafió
al Presidente Mao para expresar su aceptación del Acuerdo de 17
Artículos y su determinación a salvaguardar la unidad de la
soberanía de la patria.
Conforme al Acuerdo, las tropas del
EPL llegaron a Lhasa triunfalmente, donde más de 20.000 personas
entre funcionarios del gobierno local del Tíbet, monjes y civiles
les dieron una solemne y calurosa bienvenida. Acto continuo, las
tropas del EPL arribaron a los puntos estratégicos para la defensa
fronteriza en Nagqu, Ngari, Zayu, Gyangze, Xigaze y Yadong. Así,
culminó la liberación pacífica del Tíbet.
En 1954, el Dalai Lama XIV y el
Panchen Erdeni X llegaron juntos a Beijing para participar en la I
Sesión de la I Asamblea Popular Nacional (APN) de la República
Popular China. En la Sesión el Dalai Lama fue elegido
Vicepresidente del Comité Permanente de la APN, y el Panchen Erdeni
X, miembro del mismo Comité.
Reforma democrática en
1959. En el Tíbet se mantuvo el sistema anterior pese
a la liberación pacífica. Con el propósito de promover el progreso
social y mejorar la vidas del pueblo tibetano, realizar la reforma
democrática o no siempre era, de hecho, uno de los asuntos a los
que el Gobierno Central atribuía suma importancia. El 17 de febrero
de 1957, debido a la no madurez de las condiciones para la reforma,
el Presidente Mao Zedong elucidó integralmente el principio de “no
cambio en seis años” en relación con el Tíbet en el informe Sobre
el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del
pueblo, presentado ante la Conferencia Suprema de Estado. En
realidad este principio era una nueva cesión para la capa superior
del Tíbet, y su objetivo consistía en seguir esperando a que
algunas personas de esta capa adquirieran conciencia a favor de la
realización de las metas de la reforma pacífica.
El 10 de marzo de 1959, al
despedazar abiertamente el Acuerdo de 17 Artículos, la camarilla
reaccionaria de la capa superior del Tíbet proclamó la
“independencia del Tíbet” y envió tropas a asediar la sede de la
Zona Militar del Tíbet y los organismos del Gobierno Central
acreditados en la región. Y en la madrugada del día 20 lanzaron
ataques totales contra estos organismos. A fin de mantener la
unidad de la patria, el Gobierno Central dio la orden de apaciguar
la rebelión en el Tíbet. Luego, el 28 de marzo, emitió la orden de
disolver el gobierno local del Tíbet cuyo mayoría de miembros
habían participado en la sublevación, y anunció el ejercicio de las
atribuciones del gobierno local del Tíbet por el Comité
Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet. De ahí el viraje de
la región a la nueva etapa de aplastamiento de la rebelión y
reforma democrática.
A mediados de julio de 1959 el
Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet aprobó la
Resolución sobre la realización de la reforma democrática, con la
siguiente decisión: apaciguar cabalmente la rebelión y movilizar
plenamente a las masas para llevar a cabo la reforma democrática en
toda la región. Como primer paso, la reforma se centró en oponerse
a la rebelión, el sistema de corveas ula y la esclavización y en
desplegar el movimiento por la reducción de los arriendos de la
tierra y los intereses de los préstamos. Los siervos y esclavos, ya
despertados, crearon organismos dirigentes propios --asociaciones
de campesinos-- para formar sus centros de poder. En los meses
siguientes se establecieron tales asociaciones indistintamente en
las amplias zonas donde se había desarrollado la reforma
democrática para dirigir la reducción de arriendos e intereses.
Conforme a la política establecida,
en el proceso de la pulverización de la rebelión se aplicó el
principio de “quien cultiva cosecha” a las tierras de los señores
feudales rebeldes, y el principio de “reducción del 80% de los
arriendos” con respecto a las tierras dejadas en arriendo por los
señores feudales no partícipes de la rebelión y sus agentes, se
abolieron todas las deudas contraídas por los siervos antes de 1958
con los tres tipos de propietarios (funcionarios locales,
monasterios y nobles), y se redujo al 10% el interés mensual de los
préstamos concedidos por los señores feudales no partícipes de la
rebelión de 1959. Los logros de estas medidas fueron muy
considerables. Según las estadísticas hechas al término de la
reforma democrática en lo básico en 1959-1960, la usura abolida en
el Tíbet totalizó una cantidad de cereales correspondiente a la
producción de 16,9 millones de kes de tierra y una enorme cantidad
de dinero calculado en más de 14 millones de chengs,
respectivamente, equivaliendo entre ambas cifras a más de 400
millones de kilos de cereales. Esto liberó por completo a los
siervos de una pesada cadena que los tenía amarrados.
De mediados a finales de septiembre
de 1959, la III Sesión Plenaria del Comité Preparatorio para la
Región Autónoma del Tíbet aprobó la Resolución sobre la abolición
de la propiedad de tierra de los propietarios de siervos feudales y
la introducción de la propiedad de tierra de los campesinos,
decidiendo satisfacer la justa demanda del millón de siervos en
este sentido.
La reforma agraria en las zonas
agrícolas se realizó principalmente el invierno de 1959 y la
primavera de 1960. Antes que nada, según la política se confiscaron
las tierras y los otros medios de producción de los propietarios de
siervos partícipes de la rebelión y sus agentes, y se rescató el
excedente de tierras y cabezas de ganado (solamente en el campo) y
viviendas y herramientas agrícolas de aquellos y sus agentes que no
habían participado en la rebelión. Según las estadísticas hechas al
término de la reforma agraria en lo básico en toda la región a
finales de 1960, los siervos y esclavos obtuvieron un total de más
de 186.000 hectáreas de tierra, o sea, 0,23 hectáreas por
persona.
Según la política de rescate del
excedente de tierras, cabezas de ganado, herramientas agrícolas y
viviendas de los propietarios de siervos no partícipes de la
rebelión y sus agentes, se rescataron más de 60.000 hectáreas de
tierra, 820.000 cabezas de ganado, 20.000 juegos de herramientas
agrícolas y 64.200 habitaciones de vivienda, y el gobierno pagaría
el rescate en 8-13 años según los precios medios en el mercado. En
septiembre de 1961 la región había entregado certificados de
rescate a más de 2.000 familias y había pagado el dinero de rescate
del primer periodo. En cuanto a los patriotas y progresistas no
partícipes de la rebelión, se les dio puestos de empleo adecuados,
mientras que algunos de ellos asumieron cargos de dirección en el
Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet.
A finales de 1961 la reforma
democrática culminó las tareas principales en lo básico. Esta
reforma derribó por completo la servidumbre feudal, reaccionaria y
anacrónica, emancipó al millón de siervos de la sujeción y la
opresión de sus propietarios y les devolvió el derecho de ser
humanos, corrigiendo así de raíz la situación de los derechos
humanos de las masas populares del Tíbet y desbrozando el camino al
progreso para la sociedad tibetana.
Establecimiento de la
región autónoma del Tíbet en 1965. De conformidad con
la Constitución, el Tíbet practica la autonomía étnica regional, y
el Estado garantiza por ley el derecho político de participar, en
pie de igualdad, en los asuntos estatales y locales a las diversas
etnias de la región, en particular, el derecho autonómico de
administrar los asuntos de la región y los asuntos de su propia
etnia a al grupo étnico tibetano. Estos derechos atañen a todos los
aspectos de la política, la economía, la cultura y el desarrollo
social. Tomando en cuenta los antecedentes históricos concretos del
Tíbet y los factores políticos, económicos, religiosos y culturales
y de los demás aspectos, para la práctica de la autonomía étnica
regional se adoptaron medidas especiales y flexibles, a diferencias
de las aplicadas en otras regiones étnicas del país.
El 9 de marzo de 1955 el Primer
Ministro Zhou Enlai presidió en persona la VII Sesión Ampliada del
Consejo de Estado, en la cual se examinó y aprobó la Decisión sobre
el establecimiento del Comité Preparatorio para la Región Autónoma
del Tíbet. Ésta señalaba: “El Comité Preparatorio para la Región
Autónoma del Tíbet es un órgano con carácter de poder político
responsable de los preparativos para el establecimiento de la
región autónoma del Tíbet y dirigido por el Consejo de Estado. Su
tarea principal consiste en realizar, según las estipulaciones de
la Constitución china y el Acuerdo sobre las Medidas para la
Liberación Pacífica del Tíbet y las condiciones concretas del
Tíbet, los preparativos para la aplicación de la autonomía regional
en el Tíbet”. Además, el Consejo de Estado decidió nombrar al Dalai
Lama como Presidente del Comité Preparatorio, al Panchen Erdeni
como Primer Vicepresidente y a Zhang Guohua como Segundo
Vicepresidente.
El 22 de abril de 1956 el Comité
Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet se constituyó
solemnemente en el Gran Salón de Lhasa recién construido, con el
Dalai Lama como Presidente.
En 1959, en el proceso del
apaciguamiento de la rebelión y de la reforma democrática, se
abolió el sistema de servidumbre feudal. Como resultado, el millón
de siervos y esclavos del Tíbet fueron emancipados, dejaron de ser
propiedad privada de sus propietarios para la venta, la
transferencia o el pago de deudas, dejaron de ser obligados al
trabajo por sus propietarios, lograron la libertad personal y se
convirtieron en dueños de la sociedad. Se estableció el poder
político del pueblo en los diversos niveles locales. En julio de
1959, al partir de las realidades del Tíbet, el Comité Preparatorio
de la Región Autónoma aprobó los Estatutos Orgánicos para las
Asociaciones de Campesinos en los Distritos, los Qus (entidad
administrativa) y los Cantones de la Localidad del Tíbet,
prescribiendo que las asociaciones a nivel de qu y cantón ejercían
de modo interino las atribuciones del poder político de base. Hasta
abril de 1960 se había establecido el gobierno popular en todos los
niveles: siete oficinas de comisionado de prefectura, un municipio
y 72 distritos. Además, se estableció el gobierno popular en 20 qus
y más de 300 cantones. En marzo de 1962 el Comité Preparatorio
impartió la Instrucción sobre el desarrollo de las elecciones a
nivel básico en toda la región (proyecto). En julio-agosto de 1965
finalizaron en lo básico las elecciones en los cantones y distritos
del Tíbet. Es decir, 1.359 cantones y poblados llevaron a cabo las
elecciones en los niveles de base, y otros 567 convocaron reuniones
de representantes del pueblo para asumir de modo interino las
atribuciones de las asambleas populares. Sumadas ambas cifras,
estos cantones y poblados llegaron al 92% del total regional, y en
ellos se estableció el poder político del pueblo en los niveles de
base, de cuyos miembros la absoluta mayoría eran antiguos siervos y
esclavos. Entre los distritos del Tíbet, 54 convocaron la primera
reunión de representantes del pueblo cada uno, en la cual fueron
elegidos el jefe y los subjefes del distrito y se estableció el
comité distrital del pueblo. Simultáneamente, fueron elegidos 301
diputados a la Asamblea Popular de la región autónoma.
Sobre esta base y con la
ratificación de las autoridades centrales, la I Sesión de la I
Asamblea Popular de la Región Autónoma del Tíbet se celebró con
solemnidad en Lhasa del 1 al 9 de septiembre de 1965, y en la
ocasión se proclamó oficialmente la región autónoma del Tíbet, con
Ngapoi Ngawang Jigme como Presidente del primer mandato.
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