El turismo comenzó a surgir en el Tíbet a principios de los 1980 gracias al impulso de la reforma y la apertura del país. Los montañistas, exploradores y turistas de ultramar llegaron de continuo al Tíbet. Tras más de 20 años de desarrollo, el turismo de la región autónoma ha adquirido un considerable progreso en cuanto a hoteles y otras instalaciones turísticas, condiciones viales y la calidad de los guías y operadores del sector.

En 2004 el Tíbet recibió a 1.223.100 visitantes nacionales y extranjeros, con un aumento de 31,7% sobre el año anterior. De esta cifra, los nacionales fueron 1.127.300, con un incremento de 28,5%; y los de ultramar fueron 95.800, con un ascenso de 87,5%. Los ingresos del turismo sumaron 1.532 millones de yuanes, 47,7% más que el año previo. El sector generó US$36,6 millones en divisas, 93,5% más.