Industria

La electricidad, la minería, las industrias ligera y textil y la artesanía étnica son cuatro pilares industriales fijados por el gobierno regional. Desde la reforma y apertura en 1978, el Tíbet ha tenido un rápido desarrollo industrial.

Electricidad

Se han construido la Planta Eléctrica de Dongqu en Xigaze, la Planta Eléctrica de Oiga en Shannan, la Central Eléctrica de Xiando, la Central Electrogeotérmica de Yangbajain, la Planta Eléctrica de Puncog, la Planta Eléctrica del Valle Famo Primero de Agosto, la Planta Hidroeléctrica de Lhasa ampliada, la Cervecería de Lhasa, y las minas de cromita en Shannan y Norbusa. Estas empresas han desempeñado un importante papel en el desarrollo económico y el progreso social del Tíbet.

A mediados de los 1950, para remediar la escasez de energía resultante de la falta de petróleo y carbón en la región, se construyó la primera empresa de electricidad pública del Tíbet: la Central Eléctrica de Lhasa. Subsiguientemente, el Estado hizo inversión para construir la mayor central electrogeotérmica de clase de megavatios del país en Yangbajain. En años recientes se comenzó a construir dos instalaciones eléctricas adicionales: la Central Eléctrica de Bombeo y Almacenamiento de Energía de Yamzhog Yumco y la Central Eléctrica de Chalung. La primera, con una inversión estatal de 2.014 millones de yuanes, concluyó y empezó a generar electricidad en 1997.

En 2002, con la puesta en operación de la Central Hidroeléctrica de Oiga (de primera clase) y el Complejo Hidráulico de Mamlha y de una partida de centrales eléctricas en distritos y poblados (aldeas), culminaron en lo básico la construcción y la transformación de la red eléctrica de primera y segunda etapa en las áreas agrícolas y ganaderas. La capacidad instalada totalizó 376.000 kw, beneficiando a 1,5 millones de habitantes. Hacia finales de 2002, la Red de Electricidad del Tíbet Central, que cubría una ciudad (Lhasa), dos prefecturas (Shannan y Xigaze) y 12 distritos, tenía una carga diaria máxima de 143.000 kw con un consumo diario máximo de más de 2,1 millones de kwh, sentando así un nuevo récord histórico en la región. En 2003 la Red de Electricidad Lhasa-Zetang entró en operación. Desde 2004, la construcción eléctrica cobró apogeo en el Tíbet. Pronto se emprenderán las obras de la Central Hidroeléctrica de Zhigung en Lhasa, el trabajo de ingeniería de suministro de electricidad para el ferrocarril Qinghai-Tíbet y los proyectos del segundo grupo para mejorar la Red de Electricidad del Tíbet Central, que son proyectos de construcción prioritaria contemplados en el X Plan Quinquenal (2001-2005), y continuará en marcha el trabajo de ingeniería de transformación de la red eléctrica de Qamdo y del segundo grupo de redes eléctricas rurales y urbanas. Al mismo tiempo, los preparativos han entrado en la etapa esencial para la construcción de la Central Eléctrica de Xoka en Bahe, Nyingchi, y de la Central Hidroeléctrica de Shiquanhe en Ngari. En 2004 el Tíbet produjo 1.165 millones de kwh, con un aumento de 14,6%, y es probable que su capacidad instalada total de grupos de generadores supere los 500.000 kw en 2005.

Minería

El Tíbet ocupa una octava parte de la superficie terrestre de China, abunda en recursos minerales, y sus yacimientos de reserva de cromo, cobre, magnesita y boro figuran en primero, segundo, tercero y cuarto lugar en el país, sus yacimientos de reserva de cobre quizás ascenderán al primer lugar, y sus minerales de plomo y cinc, oro, petróleo, hierro, litio y silvina prometen buenas perspectivas para la prospección. Entre los minerales no suficientes para la oferta en el país, la producción de cromita del Tíbet representa el 80% del total nacional, y la región autónoma también ocupa una importante posición en el país en la extracción de minerales ricos en contenido bórico. En el Tíbet los yacimientos de cobre y boro son suficientes para la construcción de minas grandes y medianas, y los de hierro, plomo y cinc y magnesita presentan perspectivas para la explotación a gran escala.

Tras décadas de prospección se ha evaluado en lo preliminar una partida de áreas de recursos minerales relativamente concentrados y de alto valor para la explotación, incluyendo 63 depósitos grandes y medianos de minerales asociados y paragenéticos. Entre dichas áreas, 20 han sido prospeccionadas y 29 han sido investigadas a fondo. Los logros fructíferos de las prospecciones y la abundancia de recursos minerales hacen ver ya amplias perspectivas para su explotación en el Tíbet.

En la prefectura de Qamdo se han verificado cuatro depósitos de minerales de cobre grandes y otro de mediano tamaño, con reservas de más de 10 millones de toneladas. Se están prospeccionando varias áreas grandes con minerales de plomo y cinc en Lanuoma y Youri, todas dotadas de buenas perspectivas. Se espera explotar los minerales de cobre en Yulong en 2005, que ya están en condiciones para este propósito. Estos minerales, además de poder formar finalmente una producción anual de 100.000 toneladas de cobre electrolítico por valor de más de 2.000 millones de yuanes, ayudarán a impulsar la explotación de otros depósitos de minerales para convertir la prefectura de Qamdo en una base de producción de cobre, plomo y cinc del Tíbet e impulsarán también con fuerza el desarrollo del procesamiento de metales no ferrosos, el transporte y el sector terciario, promoviendo el progreso económico en la prefectura.

La minería del Tíbet todavía se encuentra en la fase de arranque, pero es una de las industrias pilares de desarrollo prioritaria de la región en el periodo del X Plan Quinquenal (2001-2005). Actualmente, el Tíbet produce cada año cientos de miles de toneladas de cromita, 1.500 toneladas de bórax y más de 16.000 toneladas de boromagnesita. La mina de Norbusa en el distrito de Qusum, sur del Tíbet, es el mayor productor de cromita de China. Su explotación empezó en 1986, con una inversión total de US$10,35 millones. Produjo 50.000 toneladas por año a cielo abierto a comienzos de la primera etapa y 100.000 a 120.000 toneladas por año bajo tierra en la segunda etapa. En agosto de 1994, con la inversión mixta del Tíbet y la provincia de Hubei se construyó la mayor empresa moderna de industria química de la región basada en el bórax, la cual es hoy la base más importante de su clase en China.

En el futuro el Tíbet estimulará a desarrollar las prospecciones prioritarias más a fondo: en la parte oriental de la región autónoma, las de minerales de cobre, plomo y cinc; a lo largo del ferrocarril Qinghai-Tíbet y en la periferia de Lhasa, las de minerales multimetalíferos de cobre, plomo y cinc y de minerales auríferos, así como de agua mineral, materiales de construcción (piedra caliza para cemento, piedras para la decoración facial, etc.), antimonio, hierro y geotermia; al sur del río Yarlung Zangbo, las de piedras de oro, minerales de oro asociado con antimonio, y minerales multimetalíferos de plomo, cinc y plata; en el oeste de la región, minerales de oro (piedras de oro principalmente); y en el noroeste, lagos de agua salobre con minerales de litio, boro y potasio.

Artesanía Étnica

El poblado Jedexoi del distrito de Konggar en la prefectura de Shannan ha dedicado grandes esfuerzos al desarrollo de la artesanía étnica. En la actualidad tiene cuatro empresas artesanales de su propiedad, con un valor de producción anual de más de 600.000 yuanes.

El distrito de Gyangze tiene fama por sus cojines y alfombras. Estos productos no solamente son populares en la región autónoma, sino que también se exportan a más de diez países y regiones en Asia, Europa y América.

Sector de Construcción

Poco después de la Reforma Democrática del Tíbet en 1959, el Gobierno Central envió a la región un nutrido grupo de obreros, cuadros, intelectuales e ingenieros seleccionados en todo el país para ayudar a cambiar su pobreza y atraso. Como resultado, se registró un considerable mejoramiento en la construcción urbana de Lhasa, Xigaze y otras ciudades. El Tíbet, conocido como el “techo del mundo" por su elevada altitud sobre el nivel del mar, comenzó a poseer edificios modernos con fuertes características étnicas y locales.

A partir de mediados de los 1980, a medida de la profundización de la reforma y la apertura, muchos trabajadores de la construcción y una enorme cantidad de materiales de construcción calificados entraron en el Tíbet desde el interior del país, inyectando nuevo vigor al sector de construcción regional. En las zonas como Lhasa y Xigaze, muchos edificios adoptaron la estructura compuesta normalmente vista en el interior del país, mientras que los otros mantuvieron la estructura de madera y piedra para preservar el aspecto de los viejos edificios. Los diseños de arquitectura se combinaron con éxito con la arquitectura moderna reservando el encanto étnico local. En 2004 el valor agregado del sector de construcción del Tíbet fue de 4.218 millones de yuanes, aumentando en 18,1% sobre el año anterior.