De 1984 a 2001, tomando en cuenta
las necesidades y peticiones de la región autónoma, el Gobierno
Central convocó cuatro reuniones especiales sobre el trabajo
relacionado con el Tíbet y adoptó una serie de políticas
preferenciales y medidas dedicadas a arreglar los problemas
prominentes surgidos en el desarrollo económico y social de la
región.
Desde 1984 el Estado ha aplicado la
política de rehabilitación a los campesinos y pastores del Tíbet,
según la cual las tierras de cultivo han sido distribuidas a los
campesinos para su manejo individual y los animales del ganado han
sido repartidos entre los pastores como posesión privada para la
gestión independiente, sin sufrir cambios durante largo tiempo. Los
campesinos están exentos del impuesto a la agricultura, y los
pastores, del impuesto a la ganadería. No se exige impuesto a los
campesinos y pastores individuales y sus colectividades que venden
o intercambian productos o artículos artesanales en el mercado. De
1984 a 2004 fueron eximidos, al menos, del pago de impuestos en 250
millones de yuanes.
En 2001, en la cuarta reunión sobre
el trabajo relacionado con el Tíbet convocada por las autoridades
centrales se decidió que el Estado continuaría aplicando políticas
preferenciales a la región en lo que atañe a los asuntos fiscales,
la tributación, la inversión, los subsidios a los precios, el
comercio exterior, la reforma de las empresas, la agricultura y las
zonas rurales. El Estado prestaría apoyo prioritario al Tíbet en
sus proyectos grandes y medianos vertebrales de energía,
transporte, telecomunicaciones y de desarrollo integral y en sus
proyectos de desarrollo social. La Hacienda central otorgaría
subsidios al Tíbet con respecto al alza de precios en la región
debido a las medidas importantes tomadas por el Estado para
reajustar los precios. Y para el comercio exterior del Tíbet se
aplicar el principio de “flexibilizar la política, ampliar la
apertura y acelerar el desarrollo”.
En cuestión de la tributación, la
gente en el Tíbet goza de política preferencial, con la tasa de
impuesto 3% inferior al nivel aplicado en el resto del país.
Además, los campesinos y pastores están exentos de todos los
impuestos y tarifas.
En el aspecto financiero, la tasa de
préstamos y la de seguros en el Tíbet son dos puntos porcentuales
inferiores al nivel promedio nacional.
Adicionalmente, los campesinos y
pastores en el Tíbet gozan de atención médica gratuita y sus niños
reciben alimentación y alojamiento gratis en las escuelas de
internado.
El sistema de autonomía étnica
regional ha desbrozado un ancho camino al Tíbet para acelerar su
desarrollo económico y social y mejorar la vida de su pueblo.
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