prohibirá la expansión de empresas contaminantes y de sustancias contaminantes urbanas hacia el campo, con el fin de controlar la contaminación extendida en las zonas rurales. Séptimo: Reforzar la supervisión y la administración de la aplicación de la ley. Es necesario establecer sistemas más eficaces de supervisión y administración del ahorro de energía y la protección medioambiental, y castigar con firmeza y conforme a la legislación todo acto de infracción de las leyes y reglamentos en este sentido. Octavo: Aplicar de manera concienzuda el sistema de responsabilidad por el cumplimiento de las metas de ahorro energético y protección medioambiental. Es indispensable empeñarse en establecer y perfeccionar los sistemas de índices, supervisión y verificación, que deben ser científicos, completos y unificados, en cuanto al ahorro de energía y a la reducción de emisiones y descargas contaminantes, y poner en práctica un riguroso sistema de exigencia de responsabilidad.
El ahorro y el uso intensivo de tierras no sólo atañen al actual desarrollo económico y social sino también a los intereses a largo plazo del país y a los cimientos de la existencia de nuestra nación. En el problema de la tierra, no debemos en absoluto cometer errores históricos irremediables deparando desastres a la posteridad. Hemos de mantener, como límite de alarma, una superficie de tierras de cultivo en todo el país no inferior a 120 millones de hectáreas. Vamos a aplicar con máximo rigor el régimen de administración de suelos: Primero: Serán ejecutados a conciencia el programa general y el plan anual de utilización de tierras. Es imprescindible controlar con firmeza la magnitud de la ocupación de suelos para la construcción, intensificar la protección de las tierras de labranza, en especial las de cultivo básicas, y prohibir la destinación arbitraria de tierras de uso agrícola a obras de construcción. Se deben aplicar concienzudamente los recién revisados reglamentos sobre el uso de tierras en proyectos prohibidos y restringidos, prohibiendo especialmente tal uso en el desarrollo inmobiliario de chalets, en la construcción de campos de golf y en las de nuevos centros de capacitación de los organismos del Partido, del gobierno o de las empresas estatales e instituciones públicas. Segundo: Serán perfeccionadas sin demora y aplicadas rigurosamente las normas de ahorro y utilización intensiva de tierras, y en lo que respecta tanto a las tierras para la construcción colectiva como las destinadas a viviendas privadas en el campo, se debe controlar el crecimiento de su cantidad, así como poner en circulación las existencias, a fin de elevar la eficiencia de su uso y el nivel de su utilización intensiva. Tercero: Se controlarán efectivamente las tierras de uso industrial y se aplicarán con firmeza las normas de precio mínimo para su cesión. Cuarto: Serán aplicadas las políticas tributarias y tarifarias relativas a los solares destinados a la construcción, se reglamentará la administración de los ingresos por cesión de tierras y de los gastos a cuenta de los mismos, y se cumplirá efectivamente la estipulación sobre la inclusión en los presupuestos territoriales del total de los cánones por cesión del usufructo de las tierras estatales y de los