Los brasileños no encontraron nunca la brújula para empatar que mejor el tricolor estuvo más cerca de hacer el segundo tanto por medio de Marco Fabián en un par de ocasiones, al 63 se lanzó en una especie de chilena de espaldas al marco que dio en el travesaño y al 71 remató con la cabeza apenas arriba de la portería.
El premio al esfuerzo y orden de los mexicanos llegó al 75, en una jugada de táctica fija, el centro fue al corazón del área donde apareció solo el hombre de la tarde, el delantero Oribe Peralta quie remató con la cabeza desde el corazón del área y anotó el 2-0, un gol que apagó cualquier esperanza brasileña de alzarse con el oro.