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spanish.china.org.cn | 18. 03. 2013 | Editor: Rui Dong | [A A A] |
4. Cumplimiento de las resoluciones de la Asamblea Popular Nacional en materia presupuestaria
A la luz de las resoluciones pertinentes de la V Sesión de la XI Asamblea Popular Nacional y de las observaciones de su Comisión Financiera y Económica tras el correspondiente examen, nos hemos esforzado por cumplir como es debido y mejorar de continuo la labor fiscal.
Primero: aplicación sólida de una política fiscal activa. Hemos intensificado la reducción tributaria estructural extendiendo de Shanghai a Beijing y otras ocho provincias (o municipios bajo jurisdicción central), así como a tres municipios contemplados individualmente en el plan estatal, el ensayo de la sustitución de la recaudación del impuesto a las transacciones por la del impuesto al valor agregado, lo que nos ha permitido promover enérgicamente el desarrollo del sector servicios y la optimización de la estructura sectorial y aliviar la carga de las empresas. Nos hemos dedicado a elevar la suma mínima imponible para la recaudación de los impuestos al valor agregado y a las transacciones y a aplicar y ampliar en cobertura la política de reducción a la mitad del impuesto sobre la renta a las empresas pequeñas con ganancias exiguas. Nos hemos afanado en aumentar la magnitud de los subsidios fiscales, incrementar los ingresos de la población con rentas bajas y ampliar el consumo de los habitantes. Hemos optimizado la estructura de los gastos fiscales acrecentando los destinados a la vida del pueblo, y con ello hemos logrado impulsar el desarrollo de los servicios educativos, sanitarios, de seguridad social y demás de interés social. Gracias a la puesta en juego del papel de las políticas fiscales y tributarias, hemos propulsado la reestructuración económica y el desarrollo coordinado entre las diversas regiones.
Segundo: mayor garantización de los recursos fiscales para el cumplimiento de las atribuciones de los gobiernos de base. Para perfeccionar el mecanismo de garantización de los recursos fiscales básicos en el nivel distrital, y ampliar la esfera de la garantización y elevar su nivel, la hacienda central ha asignado hasta 107.500 millones de yuanes como fondos de gratificación y subsidio, con un aumento de 30.000 millones sobre el 2011, mientras que los gobiernos del nivel provincial han puesto concienzudamente en práctica la responsabilidad por dicha garantización, de modo que se ha cubierto en lo fundamental la insuficiencia que había para garantizar los recursos fiscales básicos de instancia distrital y se han alcanzado las metas para la garantización de los salarios, del funcionamiento institucional y de la vida del pueblo fijadas por los gobiernos de base de acuerdo con las políticas.
Tercero: fortalecimiento de la administración de las deudas gubernamentales territoriales. Hemos mejorado aún más los sistemas correspondientes y reglamentado la administración. Hemos hecho asumir concienzudamente las responsabilidades de las amortizaciones, pagando en el plazo fijado los bonos gubernamentales territoriales vencidos en 2012. Hemos obtenido notables avances en la revisión y liquidación de las deudas de los gobiernos de base.
Cuarto: promoción a fondo de la información pública de los presupuestos y balances finales. Hemos hecho saber a la sociedad, conforme a lo estipulado, los presupuestos y balances finales de los departamentos centrales pertinentes, sacando a conocimiento general no sólo las cifras de los balances de las asignaciones fiscales del año 2011 y las presupuestadas del 2012 para los gastos relativos a giras al extranjero o fuera de la parte continental, a adquisición y uso de vehículos motorizados y a recepciones oficiales, sino también las cantidades materiales correspondientes, con un contenido más pormenorizado, en un tiempo bien concentrado y según una fórmula básicamente reglamentada.
Quinto: intensificación de la administración de los presupuestos ligada a sus rendimientos. Hemos trabajado en impulsar activamente la plasmación de la noción de rendimiento, así como su exigencia, en todo el proceso y los diversos eslabones de la administración presupuestaria, elaborar y sacar a escena el plan de acción para la administración de los presupuestos ligada a sus rendimientos y emprender con paso firme el ensayo de la misma. Paralelamente, hemos dedicado ingentes esfuerzos a la administración sobre la ejecución de los gastos presupuestarios, logrando acelerar su ritmo; y hemos potenciado la supervisión fiscal y mantenido rigurosas las disciplinas financieras y económicas, asegurando de manera satisfactoria la aplicación de las importantes decisiones y disposiciones de la dirección central.
Y sexto: realización apropiada del trabajo de tramitación de sugerencias y propuestas. En 2012 hemos tratado un total de 3.803 sugerencias y propuestas. Al mismo tiempo hemos reforzado las comunicaciones e intercambios con los diputados y con los miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política y hemos dado un paso más en la intensificación de la labor relativa a la transformación de las sugerencias y propuestas en políticas, medidas y acciones prácticas.
El año 2012 ha sido el último del mandato del presente Gobierno. Al volver la mirada al pasado lustro, constatamos que, gracias a nuestro cumplimiento concienzudo de las decisiones y disposiciones del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado, nuestro empeño en optimizar la estructura de los gastos fiscales, nuestro impulso de la reforma del régimen fiscal y tributario, nuestro refuerzo de la administración científica del fisco y nuestro despliegue activo del papel funcional de la hacienda, no sólo se ha promovido el desarrollo sostenible y sano de la economía y la sociedad, sino que se ha presentado un nuevo panorama en el desarrollo y la reforma fiscales.
Despliegue efectivo del papel del macrocontrol fiscal. Desde que se produjo la crisis financiera internacional, al aplicar cabalmente una política fiscal activa y hacer uso integral de una multitud de instrumentos de regulación y control, los departamentos fiscales han venido llevando a cabo una serie de políticas y medidas con fuerte especificidad. En la puesta en práctica de las políticas, hemos persistido en actuar con una visión global y prestado atención al equilibrio del conjunto, trabajando no sólo en aumentar la demanda interna, estimular en particular la del consumo y ampliar con empeño la exportación, sino también en incrementar la oferta efectiva, mejorar la capacidad productiva integral de la agricultura y apoyar el desarrollo productivo de las empresas, y no sólo en intensificar de manera afanada la regulación y el control a corto plazo, sino en poner la mirada en el reforzamiento del vigor ulterior del desenvolvimiento, lo que ha propulsado el desarrollo seguro y relativamente rápido de la economía y la constante mejora de la vida del pueblo. Nos hemos dedicado a robustecer la administración científica del fisco, manejar racionalmente la intensidad y el ritmo de la aplicación de las políticas, contener las tasas de déficit y endeudamiento en un nivel seguro, potenciar la administración de las deudas gubernamentales territoriales y controlar eficazmente los riesgos, manteniendo así el funcionamiento seguro y sano de las haciendas y su sostenibilidad. Entre los años 2008 y 2012, los ingresos de la hacienda pública de todo el país han sumado, en términos acumulativos, unos 43 billones 400.000 millones de yuanes, con un incremento de 26 billones 420.000 millones en comparación con el lustro anterior, lo que supone un crecimiento medio anual del 18%; y sus gastos, unos 46 billones 370.000 millones, 28 billones 650.000 millones más, con un aumento medio anual del 20,4%.
Resultados notables en la garantía y mejora de la vida del pueblo. La participación del gasto fiscal estatal educativo en el PIB se ha incrementado desde el 3,12% en 2007 al 4% en 2012, habiéndose logrado promover enérgicamente la reforma y el desarrollo de la educación y dar solución institucional básica al problema del acceso escolar de los alumnos de familias con dificultades económicas. Durante los pasados cinco años el gasto fiscal acumulado del país en servicios médicos y sanitarios ha sido de 2 billones 520.000 millones de yuanes, con un crecimiento medio anual del 29,3%, lo que ha permitido registrar progresos significativos en la reforma del régimen médico, farmacéutico y sanitario y hacer realidad en lo fundamental el seguro médico de cobertura a todo el pueblo. Se ha fortalecido la ejecución del programa de viviendas de protección social, consiguiéndose durante el último lustro terminar básicamente la construcción de dichas viviendas y la transformación de núcleos de chabolas en las zonas urbanas de todo el país, con un total de más de 18 millones de apartamentos y una cobertura aumentada hasta el 12,5%; y en las zonas rurales, rehabilitar viviendas en mal estado para 9 millones de familias. Se ha hecho realidad la cobertura total del sistema del seguro social de vejez para la población urbana y rural, y 130 millones de ancianos de 60 años o más vienen percibiendo pensiones de vejez mensualmente. Se ha intensificado cada vez más el apoyo al empleo y a las actividades emprendedoras, y se ha logrado configurar en lo fundamental un nuevo sistema de asistencia social, así como, de manera preliminar, un mecanismo de coactuación que vincula el importe de la asistencia social y la seguridad social con el alza de los precios. Hemos trabajado en impulsar a paso seguro el acceso gratuito a las instalaciones culturales de interés público, acelerar de forma evidente la implantación del sistema de servicios culturales públicos, propulsar la reforma del régimen cultural en todos sus aspectos y desarrollar sanamente las actividades e industrias culturales. Con la culminación victoriosa de la rehabilitación y reconstrucción de Wenchuan, en Sichuan, luego del terremoto y la de Zhouqu, en Gansu, después de los desbordamientos de torrentes y aludes de lodo y piedras, con el apoyo a la de Yushu, en Qinghai, tras el sismo y con el respaldo activo a la lucha contra los desastres naturales graves, se ha garantizado la manutención básica de las masas damnificadas. En los pasados cinco años la hacienda pública central ha destinado en términos acumulativos 16 billones 890.000 millones de yuanes a los asuntos relativos a la vida del pueblo, lo que representa un aumento medio anual del 21,1% y una proporción consistentemente superior a los dos tercios de su gasto total.
Impulso de la reestructuración económica y del desarrollo coordinado entre las diversas regiones. Hemos brindado enérgico apoyo a la innovación científica y tecnológica, y hemos optimizado la estructura de los gastos fiscales en ciencia y tecnología, priorizando el respaldo a la investigación en ciencias básicas y en tecnologías genéricas y de vanguardia y acelerando la ejecución de importantes proyectos especiales estatales de ciencia y tecnología. Para la intensificación de las políticas fiscales y tributarias encaminadas a fortalecer la base agrícola, facilitar el desarrollo rural y fomentar una vida campesina próspera, la hacienda central ha destinado en términos acumulativos durante los pasados cinco años 4 billones 470.000 millones de yuanes a la agricultura, el campo y el campesinado, con un aumento medio anual del 23,5% y superando en 2 billones 920.000 millones al lustro anterior, lo cual ha potenciado la coordinación entre el desarrollo urbano y el rural. Hemos obrado en apoyar activamente la ejecución de los programas de reajuste y vigorización de las diez industrias prioritarias, impulsar el desarrollo acelerado de las industrias emergentes estratégicas, implantar y perfeccionar el sistema de políticas fiscales y tributarias favorable al desarrollo del sector servicios y dar a conocer, aplicar e ir mejorando las políticas fiscales y tributarias promotoras del sano desarrollo de las pymes, en especial las pequeñas y las microempresas. Para impulsar con firmeza el ahorro energético y la reducción de emisiones, así como la protección del entorno ecológico, en los últimos cinco años hemos destinado a estos aspectos gastos fiscales nacionales por un total acumulativo de 1 billón 140.000 millones de yuanes, con un aumento medio anual del 24,1%. Hemos establecido y completado el mecanismo de subvención y premio a la protección de los ecosistemas pratenses. Hemos intensificado de continuo los pagos de transferencia, habiéndose incrementado los de la hacienda central a las territoriales de 1 billón 400.000 millones de yuanes en 2007 a 4 billones 30.000 millones en 2012, con un aumento medio anual del 27,1%, y los fondos se han designado con prioridad a las regiones centrales y occidentales, las áreas de minorías étnicas, las antiguas bases revolucionarias, las zonas pobres, las principales áreas cerealícolas y las zonas funcionales ecológicas prioritarias. Gracias a la aplicación de la redistribución mediante los pagos de transferencia de la hacienda central, los gastos per cápita de la hacienda pública de las regiones centrales y occidentales han aumentado en gran proporción, lo cual ha promovido enérgicamente la equidad en el acceso a los servicios públicos básicos entre las diversas regiones. Las regiones orientales han brindado un activo respaldo al desarrollo del Centro y el Oeste.
Profundización del impulso de la reforma fiscal y tributaria. Hemos obtenido importantes progresos en el establecimiento de los regímenes y mecanismos fiscales y tributarios favorables al desarrollo de carácter científico. Hemos venido optimizando la estructura de los pagos de transferencia, de modo que la proporción que ocupan los de carácter ordinario en el total ha aumentado del 50,8% en 2007 al 53,3% en 2012. Hemos implantado por completo el mecanismo de garantización de los recursos financieros básicos a nivel distrital e impulsado en profundidad la reforma hacia la modalidad de dirección fiscal de sometimiento de las haciendas distritales a la administración directa de las provinciales, y de las cantonales a la administración de la distrital. Hemos complementado aún más el sistema de presupuestos gubernamentales, abolido por completo los fondos extrapresupuestarios e incluido en la administración presupuestaria todos los ingresos y gastos gubernamentales. Hemos mejorado los procedimientos para la utilización de los sobreingresos y hemos establecido y perfeccionado el sistema del fondo de estabilización y regulación del presupuesto. Nos hemos ocupado de llevar adelante en su totalidad la reforma del sistema de presupuestación departamental y de extender la cobertura de la reforma del sistema de cobros y pagos centralizados por el tesoro público hasta las entidades presupuestarias de nivel distrital o superior y las de nivel cantonal que reunían las condiciones necesarias. Con los resultados evidentes obtenidos en las reformas hacia la sustitución del impuesto al valor agregado de tipo productivo por otro de consumo y hacia la posterior ampliación de cobertura de la misma, con el perfeccionamiento gradual del sistema del impuesto sobre el consumo, con la fluida puesta en ejecución de la reforma tributaria y tarifaria de los carburantes, con el firme adelanto de la reforma de los impuestos sobre los bienes inmuebles y sobre los recursos naturales, con la unificación de los sistemas tributarios para las empresas de capital interno, mixto y externo y con la incesante mejora del sistema del impuesto sobre la renta personal hemos reglamentado en mayor medida la distribución de los ingresos entre el Estado y las empresas e individuos.
Fortalecimiento continuo de la administración fiscal. Hemos potenciado en mayor medida la labor básica de la administración fiscal y la construcción de sus organismos de base e impulsado integralmente la cientificidad y finura de esta administración. Hemos promulgado y puesto en ejecución la nueva Ley del Impuesto sobre la Renta Empresarial y la Ley del Impuesto a la Utilización de Vehículos y Barcos y hemos logrado avances en la revisión de la Ley de Presupuesto. Hemos conseguido una mayor integridad en la confección de los presupuestos territoriales y hecho notablemente más oportuna, equilibrada, eficiente y segura la ejecución presupuestaria. Hemos impulsado de manera ordenada la administración de los presupuestos ligada a sus rendimientos. Hemos logrado hacer rutinaria e institucional la información pública sobre el presupuesto fiscal y el balance final fiscal y hemos conseguido importantes progresos en la correspondiente a los gastos asignados para giras al extranjero o fuera de la parte continental, adquisición y uso de vehículos motorizados y recepciones oficiales. Hemos verificado en su integridad las deudas de los gobiernos territoriales, sacado en claro su número básico y hecho pública una serie de políticas y medidas encaminadas a fortalecer la administración de las deudas de las compañías de plataforma para la financiación gubernamental de los niveles correspondientes, previniendo de manera activa los riesgos fiscales y financieros. Hemos llevado a cabo ordenadamente la emisión de bonos públicos de esos gobiernos ratificada y autorizada por el Consejo de Estado. Hemos trabajado con dinamismo en liquidar sus deudas existentes, aligerando la carga que les suponen. Y hemos completado gradualmente el mecanismo de supervisión abarcador del proceso entero tanto de las operaciones de todos los fondos gubernamentales como del funcionamiento del fisco.
Los éxitos logrados en los últimos cinco años en la labor fiscal son fruto de la toma científica de decisiones por parte del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado y de su acertada dirección, de la supervisión reforzada y la enérgica orientación de la Asamblea Popular Nacional, el Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y sus diputados y miembros, y de la lucha ardua y el esfuerzo conjunto de los diversos territorios y departamentos y del pueblo de todas las etnias del país. Al mismo tiempo, somos conscientes de los problemas y deficiencias existentes en esta labor: necesidad de acelerar el proceso legislativo fiscal y tributario y bajo nivel y categoría legislativos en materia de la recaudación tributaria; insuficiencia en el desempeño de las funciones que cumplen las políticas fiscales y tributarias para la promoción del cambio de la modalidad del desarrollo económico y para la regulación de la distribución de los ingresos; requerimiento de un mayor ritmo en la reforma del régimen fiscal, poca claridad en las facultades operativas entre los gobiernos y en la delimitación de sus responsabilidades por los gastos, imperfección del sistema de pagos de transferencia y exceso de las partidas de los pagos especiales; déficit de racionalidad en la estructura de los sistemas tributarios y relativo atraso en el fomento del sistema de impuestos territoriales; magnitud demasiado grande de los ingresos no tributarios en algunas localidades, que afecta la estabilidad de los ingresos fiscales; pobre rentabilidad de la utilización de los fondos fiscales en algunas localidades y entidades, existencia de fenómenos de ostentación y despilfarro, y necesidad de un impulso acelerado de la administración de los presupuestos ligada a sus rendimientos; considerable presión proveniente de la amortización de las deudas en algunas localidades y riesgos latentes nada despreciables, etc. Hemos de tomarnos muy en serio estos problemas y adoptar medidas eficaces para darles solución.