La visita de estado que el domingo concluyó a Cuba el presidente chino Jiang Zemin sirvió para profundizar aún más los ya estrechos lazos entre los dos países.
Jiang, permanentemente acompañado por su anfitrión, el presidente cubano Fidel Castro, llegó a la isla el jueves último y de inmediato comenzó a cumplir una apretada agenda de trabajo que se inició con el recibimiento oficial en el Palacio de la Revolución, sede del gobierno cubano.
Además de rendir homenaje al Héroe Nacional José Martí, el jefe de estado chino sostuvo varias rondas de conversaciones con Castro, en las que los dos países ratificaron su voluntad de continuar el apoyo mutuo.
En el curso de las conversaciones oficiales, Jiang expresó a Castro el apoyo de su país a "la justa lucha del pueblo cubano por salvaguardar la soberanía estatal y la independencia nacional".
También apreció el respaldo cubano a China en materia de derechos humanos, las cuestiones del Tíbet y Taiwán, y el ingreso de Beijing a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El mandatario chino afirmó que su país continuará sus esfuerzos por profundizar la cooperación con la isla, sobre los principios de igualdad y beneficio mutuo y reiteró que China proseguirá proporcionando toda la ayuda que esté a su alcance.
Por su parte, Castro recordó la primera visita de Jiang a Cuba, realizada en 1993, cuando la isla "se encontraba en un momento muy difícil".
"La visita constituyó un gran apoyo que nosotros no olvidamos", subrayó el presidente cubano, quien destacó el rápido desarrollo de la economía china en los últimos años.
Castro aseguró que las relaciones entre los dos países se encuentran en su mejor período de la historia y que la firma de varios convenios entre los dos países promoverá el ulterior desarrollo de la cooperación amistosa.
Tras sus conversaciones oficiales, los dos gobernantes asistieron a la firma de nueve acuerdos de colaboración que incluyen créditos a la isla por 350 millones de dólares para la la modernización y expansión de las telecomunicaciones cubanas y la compra de televisores chinos.
Asimismo, ambas delegaciones acordaron evitar la doble imposición internacional y prevenir la evasión fiscal en el caso específico de los impuestos a la renta.
En materia de cooperación deportiva se rubricó un documento entre el Instituto Cubano de Deporte (INDER) y la Administración General Deportiva Gubernamental de China.
También se aprobaron convenios en materia de intercambio educativo entre los ministerios cubanos de Educación y de Educación Superior y su similar del país asiático, además de otro relacionado con la actividad marítima.
Los dos gobernantes también participaron en un encuentro con la comunidad china radicada en la isla, en la que Jiang sorprendió gratamente a Castro con el regalo de un poema inspirado en su viaje a la isla.
Seguidamente, ambos visitaron dos exposiciones comerciales, instaladas en uno de los salones del habanero Hotel Nacional, donde recorrieron una muestra de productos electrónicos chinos, y otra de productos cubanos de biotecnología y farmacéutica.
Al recorrer la exhibición de los productos cubanos, Jiang recibió una detallada explicación de las más recientes producciones biotecnológicas de Cuba.
El presidente chino y su comitiva, que fueron despedidos en el aeropuerto por Castro, partieron hoy hacia Venezuela, última escala de su gira latinoamericana que incluyó también a Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.
Jiang y Castro, quien estuvo en China en 1995, se entrevistaron por última vez a principios de septiembre del pasado año, en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, en ocasión de la Cumbre del Milenio, convocada por la ONU.