"En mi opinión, comparado con el estilo estricto de los padres chinos, el estilo occidental ejerce una influencia más positiva en la salud mental de los niños”, comentaba Cui Yonghua, un importante psiquiatra del hospital Anding de Beijing, a China Daily el pasado martes.

Cui dice que muchos padres chinos hoy en día prestan demasiada atención al coeficiente intelectual de los niños y a su salud física, pero muy poca a su salud mental.

"Esta actitud es muy criticable, ya que es la principal causa de los problemas psicológicos que han aparecido entre los niños en los últimos años, incluyendo desórdenes como la falta de atención, problemas de comportamiento y desórdenes de conducta", añade Cui.

Según el especialista, "una buena educación parental debe ser abierta y democrática. Los padres deben motivar a sus hijos y premiarles por sus logros, al mismo tiempo que eliminar con firmeza sus malos hábitos tan pronto como sea aparezcan. Sin embargo, no es bueno que los padres protejan a sus hijos de toda presión y malestar. Por el contrario, deben creer que sus hijos son capaces y flexibles”.