La mujer dijo que sus jefes le recomendaron que fuera mejor moderar su vestido, porque sus compañeros masculinos no podían concentrarse en su trabajo con el aspecto de ella que les distraía. Ellos incluso le ofreció una lista con la ropa que no podría ponerse incluyendo faldas lápiz, trajes entalladas, jerséis de cuello vuelto y tacones.

La demandante dijo que ha encontrado un trabajo en otro banco después de su despido. “Pese a que no he cambiado mi vestuario, no he recibido quejas de mis compañeros”, dijo Lorenzana.