2. Establecer la linea de calibre: colocar el huevo en el ‘dispositivo’ para la línea de calibración, dibujar la bisectriz y el paralelo sobre la cáscara según el diseño y luego marcar el dibujo según la posición fijada.
3. Grabado: Los útiles son variados, todos ellos muy sencillos, como el buril o el cuchillo. El buril suele ser oblicuo para grabar líneas o detalles, o bien con una hoja plana y pequeña para los detalles y las esquinas, o con una joja ancha para grabados más grandes y sobre superficies más resistentes. El cuchillo se usa para nivelar la superficie. Las herramientas se usan combinadamente de forma flexible. Otros útiles son el lápiz, la goma de borrar, la cuchilla, la piedra de afilar, la muescadora, etc.
Formas de grabado: el grabado de cáscaras de huevo presenta una gran variedad de formas y riqueza de contenido. Se pueden grabar caracteres, flores, animales variados e incluso figuras sobre la cáscara si se dispone de la destreza necesaria. Las técnicas de grabado incluyen el grabado en positivo, en negativo, en línea, etc.
4. Relavado: En el proceso de corte y grabado, se producen con frecuencia manchas sobre la superficie, por lo que se precisa de un nuevo lavado para limpiar la membrana interior de la cáscara con un cepillo.
5. Decoración: Se lleva acabo de dentro afuera. La decoración interna se realiza primero para evitar quebraduras del huevo. La decoración externa se atiene al diseño para fijar los hilos dorados, diamantes, cadenillas, cordones, accesorios metálicos, campanillas, etc., de acuerdo con el procedimiento planeado.
Siendo la cáscara un objeto frágil, las dificultades de producción aumentan y hay más posibilidades de que la obra se quiebre antes de ser completamente acabada. Por ello, un huevo decorado acabado es una exquisita obra de arte.