Como primer paso del cocimiento, se meten los bizcochos en crudo en el horno a una temperatura de 1.000-1.100 grados centígrados y luego se esmaltan a color y se los vuelve a colocar en el horno a una temperatura de 900 grados centígrados. Debido a la fluidez del esmalte de plomo, éste escurre en la superficie durante el calentamiento, fusionándose con los demás esmaltes y generando colores naturales y esplendorosos. Al término de la serie de procesos, el producto es una artesanía tradicional de estilo peculiar que combina las artes de la escultura, pintura y cerámica.
Los objetos de cerámica tricolor de la Dinastía Tang resultan románticos y traducen una belleza natural y sencilla. Su forma es realista, porque casi todos los objetos reflejan aspectos de la vida humana.